Las pinturas de las bóvedas de la Iglesia de San Juan Evangelista de MANCHA REAL


Pinturas de las bóvedas de la Iglesia de San Juan Evangelista de Mancha Real
(foto: archivo propio)

Situación de las pinturas en las bóvedas de la cabecera del templo
(foto: archivo propio)

San Juan Evangelista en la bóveda central
(foto: archivo propio) 

Hoy se celebra la festividad de San Juan Evangelista, bajo cuya advocación se encuentra la Iglesia Parroquial más antigua de Mancha Real. La "Catedral de Sierra Mágina", de traza vandelviriana, es un imponente templo que comenzó a construirse en 1557 y se encuentra entre las más importantes edificaciones religiosas renacentistas de la región.
En 1628 se terminó de cerrar el edificio, como consta en la inscripción de la bóveda principal, de forma semiesférica: "Acabose en 1628, reinando Felipe IV, siendo Sumo Pontífice Urbano VIII, Obispo D. Baltasar Moscoso y Sandoval, Prior Martín Yáñez de Ávila, y Maestro de obras Antonio Cobos".
Precisamente en esta bóveda y en las aledañas, situadas en la zona de la cabecera, se desarrolla un interesante programa pictórico al temple que no obstante ha llegado hasta nuestros días en mal estado de conservación y parcialmente diezmado por desgracia.
Los frescos de la bóveda central del crucero, son los que mejor se conservan. Aquí se encuentran representados, de forma alternada, los cuatro Evangelistas: San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan; y los cuatro Padres de la Iglesia: San Gregorio, San Agustín, San Jerónimo y San Ambrosio. En el anillo de la semiesfera se puede leer la inscripción mencionada. En las cuatro pechinas están representados San Pedro, San Pablo, Santo Tomás de Aquino (reconocible por el hábito blanco y negro dominico, la iglesia en una mano y una pluma en la otra) y San Buenaventura (hábito franciscano, capelo cardenalicio y un libro).

Pinturas de la bóveda central
(foto: archivo propio)

En la bóveda previa a la central, sólo se conserva una pintura, que corresponde al escudo del Obispo de Jaén, fray Benito Marín. Sus armas: partido y entado en punta. I cuartel: en campo de gules, un castillo almenado, al natural, acompañado a la siniestra de un león rampante sobre un báculo pastoral, todo de oro. A los pies de la torre, dos columnas de azur. II cuartel: en campo de oro, dos lobos pasantes, de sable. Hacia la punta, un arcón al natural. Bordura de gules con ocho sotueres de oro. III cuartel: Mantel fajado, de azur y plata. El blasón tiene timbre de obispo y báculo pastoral, y un contorno típicamente barroco.
En las pechinas de esta bóveda aparecen los más famosos santos de la orden benedictina, a la que pertenecía el Obispo fray Benito Marín, a saber: Santa Gertrudis (hábito negro, corazón en las manos y báculo de abadesa, aunque nunca lo fue), Santa Escolástica (hábito benedictino, el libro de las Constituciones con una paloma sobre el mismo y báculo), San Bernardo (casulla blanca cisterciense, libro y báculo) y San Benito (hábito benedictino y báculo).
Es interesante la presencia del mencionado escudo del Obispo Marín, pues éste no toma posesión de su cargo como Obispo de Jaén hasta 1750, lo cual sitúa esta pintura en concreto a partir de esta fecha, aunque no sabemos si las demás corresponden a mediados del XVIII o son anteriores, es decir, de la segunda mitad del XVII, inmediatas a la culminación de las bóvedas. Aunque este escudo bien pudo ser añadido tiempo después de acabarse las pinturas de las bóvedas del crucero, quizás en agradecimiento por una cantidad de dinero que Marín había prometido para la finalización de las obras del edificio y que las autoridades de Mancha Real se esforzaron en cobrar a pesar de que el prelado ya había fallecido, lo cual ocurre en 1769.

Escudo del Obispo de Jaén Fray Benito Marín
(foto: archivo propio)


San Bernardo, en una de las pechinas de la bóveda
(foto: archivo propio)

En la bóveda derecha del crucero, muy deteriorada, tenemos a Santa Inés, Santa María Magdalena, Santa María Egipciaca, Santa Clara, Santa Teresa, Santa Catalina, San Ildefonso, Santo Domingo, San Francisco de Paula y otros santos desconocidos.
En la bóveda izquierda del crucero, más deteriorada aún si cabe que la anterior: San Esteban, San Sebastián, San Lorenzo, Santa Águeda y otros santos irreconocibles.
 

Bibliografía:

- Nicás Moreno, Andrés. Heráldica Eclesiástica en Mancha Real. En Revista "Sumuntán", nº 2, 1992.
- VVAA. Guía Artística de Jaén y su Provincia. Jaén, 2005.




En los fogones de Jaén. ROSCOS DE NARANJA

A todos los que seguís esta sección, os deseo que paséis una FELIZ NAVIDAD y un 2012 lleno de PAZ, AMOR, SALUD Y TRABAJO. Con esta receta vamos a endulzar un poquito más estas fiestas. Son roscos artesanos, pero muy fáciles de hacer.


Foto: María Cristina Gimeno Ramos


Ingredientes:

- Un huevo.
- El zumo de un kilo de naranjas.
- Cuatro cucharadas soperas de aceite.
- Cuatro cucharadas soperas de azúcar.
- Un sobre de levadura.
- Harina de repostería,la que admita. Aproximadamente un kilo.


Modo de Hacerlo:

Lo primero que haremos es desahumar el aceite con cáscara de naranja y dejar que se enfríe. Exprimiremos el zumo de las naranjas. Separaremos la yema de la clara y ésta la batiremos a punto de nieve y cuando esté se le añade la yema y se mezcla.
Una vez hechas estas tareas previas, pondremos en un recipiente hondo el zumo de las naranjas, las cuatro cucharadas de aceite desahumado (frío), las cuatro cucharadas de azúcar, la levadura y por último la mezcla de la clara a punto de nieve y la yema del huevo. Se bate todo bien para mezclar los ingredientes y poco a poco se la va añadiendo la harina hasta conseguir una masa que se pueda trabajar con las manos (cuidado con la harina, que no quede la masa demasiado dura, pues luego los roscos quedan muy apelmazados). Haremos bolas con un agujero en medio y las dejaremos en reposo durante tres o cuatro horas. Un truco para que la masa no se os pegue en las manos es poneros en éstas un poco de aceite.
En una sartén ponemos bastante aceite para freír los roscos. Cuando vayamos a echar los roscos en la sartén se le hace con la punta de un cuchillo una hendidura por toda la circunferencia para que salgan como dobles. Habremos preparado previamente un plato con papel de cocina para que, conforme saquemos los roscos del aceite, vayan escurriendo, y otro plato con azúcar para embadurnarlos.
Esperar a que se enfríen para comerlos y acompañarlos con un anís "Castillo de Jaén", que es de la tierra. Si queréis que os duren más tiempo tiernos, cuando se enfríen, guardarlos en una caja de cartón, aunque no creo que os duren tanto como para que se pongan duros, porque están buenísimos.

Buen provecho



En los Fogones de Jaén. MEMBRILLOS EN ALMÍBAR

Aprovechando que estamos en otoño vamos a cocinar en nuestros fogones un postre con una fruta típica de esta estación: Membrillos en almíbar.


Foto: Mª Cristina Gimeno

Ingredientes:

- Un kilo de membrillos.
- Azúcar (ocho cucharadas, aunque puede variar según se quiera más o menos dulce). Se puede utilizar sacarina para los diabéticos.
- Un limón.
- Dos palos de canela en rama.
- Un litro de agua.


Modo de hacerlo:


Se pelan los membrillos y se cortan los trozos alargados, como si fueran para patatas fritas. Para que la fruta pelada no se oxide se le echa al agua el zumo del limón. Se ponen a cocer en una perola con la canela y la monda del limón. Cuando lleven un ratito cociendo se le añade el azúcar y se va probando de dulzor y de tiernos. Cuidado que los membrillos no se pasen, para que no se conviertan  en compota.
Es una receta muy sencilla y poco conocida por los jóvenes. Intentad hacerla y veréis cómo los niños se los comen sin pensar. Se sirve en frío, nunca en caliente.


Buen provecho.




Ermitas y Santuarios de Jaén. La Ermita de la Inmaculada Concepción de MANCHA REAL


Ermita de la Inmaculada Concepción de Mancha Real
(foto: archivo propio)

UN POCO DE HISTORIA

De las muchas ermitas que tuvo Mancha Real en otros tiempos, San Sebastián, San Francisco, la Encarnación, San Marcos y la Inmaculada, hoy sólo quedan en pie las dos últimas.
En la encrucijada del camino de Jaén a Baeza con el camino Real que conducía a Granada a través del Puerto y Pegalajar, existió un humilladero llamado de la Concepción, situado extramuros de la villa. Existe la creencia, reforazada por una inscripción en la fachada de la ermita, que afirma que la misma fue construida por orden de los Reyes Católicos cuando pasaron por aquí con dirección a Granada. Pero esta teoría hay que desecharla por varios motivos. En primer lugar, es poco probable que los Reyes Católicos fundaran una ermita en mitad de la nada, pues Mancha Real aún ni existía en esa época (la villa es fundada en 1537, siendo Carlos I rey de España). Por otro lado, los Reyes Católicos hacen una parada en Úbeda en 1489, antes del inicio de la campaña de la toma de Baza (Granada), y parece lógico que tomaran la ruta del pasillo del Guadiana Menor que accede más directamente a aquella zona del nordeste granadino. En cualquier caso, la factura del edificio nos habla de una época posterior, posiblemente de mediados del siglo XVII.
En las actas del Concejo de la villa correspondientes al siglo XVI se habla de la existencia del mencionado Humilladero de la Concepción. Un humilladero es una cruz o imagen que se colocaba en los límites del término de villas y lugares o a la entrada de las mismas con objeto de que las gentes se detuvieran allí a rezar, de ahí su nombre. En el acta municipal de 17 de Enero de 1563, el concejo de Mancha Real ve la necesidad urgente de arreglar la Calle Maestra, principal de la villa, por el mal estado que presentaba especialmente en invierno, dificultando el tránsito de personas y bestias y "...la procesión al omylladero desta villa ques en la fiesta de la limpia concepción de nª Señora no puede pasar...". Es interesante el dato aportado, pues se habla ya en época temprana de una procesión el día de la Inmaculada por las calles de Mancha Real. Los humilladeros tenían con frecuencia una cubierta para proteger la cruz o imagen en cuestión, a veces una capilla. Si bien en el documento de 1563 no se habla de ermita, sí es posible que hubiera algún tipo de estructura más sencilla en donde colocar una imagen. Este argumento se refuerza por otro documento de 1597, el de los estatutos de la Cofradía de Nazarenos de Santa Elena y Nuestro Padre Jesús Nazareno, en los que se dice que la procesión tenía que hacer estación de penitencia en determinados lugares: Parroquia, ermita de San Sebastián, ermita de San Marcos, iglesia del convento de los Padres Carmelitas y Humilladero de la Concepción. Ello nos hace sospechar que en este lugar se albergaba una imagen de la Inmaculada ante la cual se hacía la estación de penitencia.
Pero para ver reflejado el término "ermita" propiamente dicho en algún documento, nos tenemos que situar a mediados del siglo XVII. En el testamento de Doña Inés de Aranda, que lleva fecha de 1652, ésta deja la cantidad de 10.000 maravedís para la construcción de la Capilla de la Virgen del Rosario que se estaba haciendo por entonces en la Parroquia de San Juan Evangelista de Mancha Real, pero con la obligación de que "se diga misa cantada perpetua a la Concepción de Nuestra Señora que se venera en su ermita". De lo que se deduce que mediada la centuria, la ermita de la Concepción ya estaba construida.
Las referencias tanto a la ermita como a la imagen se hacen más frecuentes a partir de principios del siglo XVIII. En el acta del Concejo de 1 de Marzo de 1706 se acuerda realizar procesión extraordinaria desde su santuario a la Parroquia y fiesta solemne a Nuestra Señora de la Limpia y Pura Concepción "...para que Dios Nuestro Señor de feliz viaje a Su Majestad y victoria a sus católicas armas contra sus enemigos" (se refiere a Felipe de Anjou de la casa Borbón, que reinaría como Felipe V, enfrentado por el trono español en la Guerra de Sucesión Española al Archiduque Carlos de Austria). En el acta de 13 de Enero de 1737 se acuerda realizar procesión y misas extraordinarias en rogativa por la pertinaz sequía y la mala situación del campo. En Agosto de 1758 se hace lo propio, en esta ocasión en rogativa para el exterminio de la langosta que asolaba los campos manchegos. En Julio de 1762, la Villa acordó "que el día del Señor Santiago Apóstol, Patrón de España, se traiga en procesión a la Santísima Virgen María de la Purísima Concepción de la ermita a la Iglesia Parroquial desta villa y como Patrona y Abogada se haga una fiesta con sermón".
En 1795, siendo administrador de la ermita el presbítero Luis de Ochoa, se acometen unas obras de reparación que afectan al camarín y a la casa del ermitaño. En un documento de este año se hace una curiosa relación de los bienes de la ermita: un olivar, dos hazas y algunas ovejas, donaciones de particulares devotos de la Inmaculada.
La última restauración se acomete en 1981. Unos años más tarde, en 1987, la ermita se incluye en la demarcación de la Parroquia de la Encarnación, que había sido construida en 1973 aunque no comenzó su andadura independiente de la Parroquia de San Juan Evangelista hasta 1985.


Fachada principal de la ermita
(foto: archivo propio)


Imagen de la Inmaculada Concepción
(foto: archivo propio)



LA ERMITA DE LA INMACULADA
 
El edificio es de pequeñas dimensiones, de planta rectangular, cubierta con bóveda rebajada y tejado a dos aguas, reforzando los gruesos muros contrafuertes exteriores. Está construida en sillares de piedra regularmente dispuestos en las esquinas, mientras el resto permanece encalado. El aspecto exterior se completa con una sencilla portada a los pies, de arco de medio punto en ladrillo, y una espadaña también del mismo material. La casa del ermitaño se encuentra adosada en el lateral, en el lado de la Epístola, y tras su rehabilitación hace unos años es casa parroquial donde habita el párroco de La Encarnación. 
El interior es de una sóla nave, con testero plano y pequeño coro a los pies y en alto. En el presbiterio, un amplio ventanal de arco de medio punto a modo de retablo comunica con el camarín, de planta cuadrada, cubierto con bóveda semiesférica sobre pechinas ricamente decorada con pinturas de angelotes y temática vegetal. Este camarín fue restaurado en Mayo de 1916. 
La imagen de la Señora que alberga es de talla completa, en madera policromada, de dulce rostro, con la iconografía típica de las Inmaculadas del XVII que estableciera el imaginero Alonso Cano con su famosa Inmaculada del Facistol de la Catedral de Granada, con la que ésta guarda muchas semejanzas. No obstante, la Inmaculada que hoy contemplamos es posterior a la Guerra Civil y sustituye a la anterior desaparecida.



Vista del interior. Al fondo, camarín de la Inmaculada 
(foto: archivo propio)


Imagen de la Inmaculada Concepción en su camarín
(foto: archivo propio)


Bóveda del camarín de la Inmaculada
(foto: archivo propio)

Procesión de la Inmaculada por las calles de Mancha Real
(foto: archivo propio)


La Inmaculada Concepción entrando en la ermita el día de su procesión
(foto: archivo propio)



La ermita de la Inmaculada Concepción de Mancha Real en un día de nieve
(foto: archivo propio)


Bibliografía:

- Jiménez Cobo, Martín. Mancha Real, Historia y Tradición. 1983.
- Troyano Viedma, José Manuel. Mancha Real. En Revista Sumuntán. Nº 5, 1995.



En los Fogones de Jaén. SOPA DE MENUDILLO

Hoy cocinaremos en nuestros fogones un primer plato muy típico de nuestra provincia: "Sopa de menudillo".



Foto: María Cristina Gimeno Ramos


Ingredientes:

- Un cuarto de menudillos de pollo.
- Una cebolla.
- Tres cucharadas soperas de aceite de oliva virgen.
- Unas cuantas rebanadas de pan duro.
- Sal.
- Un litro de agua.
- Un huevo.


Modo de hacerlo:

En una paila, cacerola, se pone el aceite y cuando esté caliente se añade la cebolla partida en trocitos y se "pocha", cuidando de que no se queme. A continuación se añaden los menudillos, ya salados, en trozos, y se refríen. Una vez refritos se le echa el litro de agua y la sal. Cuando los menudillos estén tiernos se le pone las rebanadas de pan muy finitas y el huevo batido y se sirve bien caliente. Esta sopa seguro que os hará entrar en calor y es muy fácil de hacer.


Buen provecho



Arquitectura Civil en Jaén. El Ayuntamiento de NOALEJO


Ayuntamiento de Noalejo
(foto: archivo propio)

En el número 1 de la espaciosa Plaza de España de la localidad de Noalejo, situada al Sur de la Provincia de Jaén, rozando ya el límite con la vecina de Granada, se levanta este singular edificio elegante y de buena traza que, en realidad, no fue diseñado como casa consistorial.

UN POCO DE HISTORIA

Se construyó a finales del siglo XVI y principios del XVII como priorato bajo la advocación de la Asunción. Un priorato era un establecimiento monástico, de menor entidad, que estaba bajo el amparo y dependencia de una abadía. En este caso, este pequeño priorato dependía de la Abadía de Alcalá la Real. Para entender esta situación es necesario retroceder en el tiempo unas décadas hasta la propia fundación de la villa en la primera mitad del siglo XVI. Dicha fundación se hizo a instancias de Doña Mencía de Salcedo, dama noble al servicio de la Emperatriz Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, que poseía un rico y extenso patrimonio en estas tierras del sur de Jaén y norte de Granada. De esta manera, Noalejo nace siendo villa de señorío, condición que no perderá hasta bien entrado el siglo XIX. Por otra parte, esta zona había sido durante la Edad Media tierra de frontera entre cristianos y nazaríes y, tras la Reconquista, se produjo un conflicto jurisdiccional entre los obispos de los reinos de Jaén y Granada, interesados en la adscripción de la nueva parroquia. El conflicto se solventó en 1568 encargando cautelarmente la tutela espiritual y religiosa de Noalejo a la cercana Abadía de Alcalá la Real, dependencia que se mantuvo hasta la supresión de la misma en 1851, pasando dicha tutela a manos del obispado jiennense. No obstante, el edificio pasa a ser Casa del Concejo a comienzos del siglo XVIII. Ha sufrido dos reformas desde entonces, una en 1845 y la más reciente de 1983.


Fachada del Ayuntamiento de Noalejo
(foto: archivo propio)


EL EDIFICIO

Está hecho a base de sillarejo irregular, y dotado de tres cuerpos o plantas, de menor altura la superior que se asemeja a una cámara, destacando la gran cornisa volada en madera. Se cubre con teja árabe a dos aguas. Los vanos son adintelados y, aunque de diferentes tamaños, se disponen a eje. Destaca la portada principal, de aspecto eclesial, con puerta enmarcada por pilastras. Sobre ella, un vano destacado enmarcado por una moldura decorada con bolas, y rematando una hornacina-venera con la imagen de San Francisco de Paula, devoción particular de la fundadora de la villa, Doña Mencía de Salcedo. El primer piso cuenta también con un balcón corrido, seguramente añadido posteriormente, para que los munícipes puedan comunicarse con el pueblo o presidir actos públicos. Destaca en el lateral una pseudotorre que alberga el reloj municipal y en altura la espadaña con campana, rematada por clásico frontón triangular con pináculos.
Es en conjunto un edificio armónico, singular por la particularidad de incorporar los más recientes elementos arquitectónicos propios de la tradición civil y municipalista con los primigenios religiosos.


Portada principal del Ayuntamiento
(foto: archivo propio)


San Francisco de Paula en la hornacina central
(foto: archivo propio)


Espadaña y reloj del Ayuntamiento de Noalejo
(foto: archivo propio)



Bibliografía:


- VVAA. Jaén, Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.




Por los Pueblos de Jaén. ALBANCHEZ DE MÁGINA


Vista de Albanchez desde la carretera que conduce al pueblo desde Jimena. La localidad, coronada por su castillo, tiene como telón de fondo las montañas nevadas de Mágina
(foto: archivo propio)

ALBANCHEZ DE MÁGINA

Escudo de Albanchez de Mágina
Localización: En el Sur de la Provincia de Jaén.
Comarca: Sierra Mágina
Superficie: 39,2 km2.
Población: 1.186 hab. (2015)
Densidad: 30,25 hab./km2.
Altitud: 862 m.
Límites: Al N. con Jimena, al E. con Bedmar, al S. con Huelma, al SO. con Cambil, al O. con Torres.
Gentilicio: albanchecino/a
Distancia a la capital: 45 km.
Aldeas: Hútar
Accesos: J-3105 (Jimena); J-3107 (Torres).




Vista de Albanchez de Mágina con su castillo sobre los riscos
(foto: archivo propio)

Iglesia parroquial y castillo al fondo
(foto: archivo propio)

Albanchez de Mágina es de esos pueblos coquetos y sorprendentes que nos ofrece esta tierra jaenera. Coqueto, porque, a pesar de la belleza de su paisaje, se esconde entre los repliegues de los riscos serranos, y no se deja ver hasta que una cómplice curva de la carretera lo muestra ya casi llegando al pueblo. Sorprendente, porque es inevitable quedar boquiabierto ante el espectáculo que ofrece uno de los mejores ejemplos en Jaén de la adaptación de lo humano al medio natural. Albanchez tiene uno de esos emplazamientos envidiables, en alto, mostrando al valle su blanco caserío que contrasta con el telón de fondo pétreo que corona un anciano castillo, del cual te preguntas incesantemente cómo pudo ser construido allí, en tan empingorotado risco. En fin, misterios de esta serrana población que tanto tiene que ofrecer al visitante y que suma a sus encantos patrimoniales y naturales el propio carácter amable y desinteresado de sus habitantes. Esto es algo que ya sabía, me refiero al carácter de los albanchecinos, pues en mi etapa como profesor en el instituto de mi pueblo, Mancha Real, pasaron por mis manos alumnos y alumnas de este entrañable Albanchez cuyos rasgos más llamativos eran su sencillez y nobleza. Recuerdos desde estas líneas para Manolo, José Antonio, Rosa, los hermanos Francisco y María Luisa y los hermanos Lázaro y Marco. Mis disculpas, si alguien se me olvida.
Y..., o bien tengo mucha suerte y en mis rutas fotográficas por la Provincia me voy topando siempre con gente excelente, o es que verdaderamente la gente de Jaén es buena por naturaleza. Pues sí, me volvió a ocurrir en Albanchez. Esta vez fue Don Miguel Muñoz el que guió amablemente mis pasos en mi visita al pueblo, que no obstante no era la primera, pues ya había estado en otras ocasiones, aunque bien es cierto que sin cámara fotográfica. A Don Miguel, que seguramente tendría otros quehaceres más importantes que atenderme a mí, no le importó enseñarme el interior de la Iglesia parroquial, y una vez hubimos terminado, se ofreció a mostrarme también el interior de la torre del reloj del pueblo, para lo cual tuvo que subir a su casa a por las llaves. Llegamos, por cierto, a tiempo de escuchar las campanadas del mediodía y pude así comprobar in situ el funcionamiento del mecanismo de este reloj decimonónico que tantas horas ha marcado en la vida cotidiana de Albanchez. Mi más sincero agradecimiento a Don Miguel por su gesto desinteresado.
Cuando me disponía a marcharme, hasta el policía local, que debió verme cara de forastero, me dirigió la maniobra para desaparcar el coche y cortésmente me indicó la salida del pueblo. En fin, detalles humanos de un Albanchez que lo tiene todo: es bonito, de buenas gentes y, muy importante también, de buen yantar. En esto último se lleva la palma el capítulo de repostería. 
Por cierto, una recomendación: transiten por la plaza del Ayuntamiento para deleitarse con el olor a pan y dulces recién hechos que sale de la panadería de la esquina. Y, claro está, para hacer la gracia completa, entren, entren a comprar...

Albanchez de Mágina desde su castillo.
Valle del río Albanchez y al fondo la vecina localidad de Bedmar
(foto: archivo propio)

SITUACIÓN GEOGRÁFICA Y ECONÓMICA


Campos de olivares a los pies de Albanchez.
A la derecha, la impresionante mole del monte Aznaitín (1740 m.)
(foto: archivo propio)


El término municipal se extiende en la ladera Norte de las montañas más elevadas de Sierra Mágina y, siguiendo el curso del río Albanchez, se desparrama hacia las zonas de orografía más suave de la campiña en el margen izquierdo de la cuenca del Guadalquivir. Dos terceras partes de su término municipal se engloban dentro de los límites del Parque Natural de Sierra Mágina.
La zona Sur del municipio es muy montañosa, no en vano se encuentra aquí el techo de la Provincia de Jaén: el pico Mágina, que se eleva hasta los 2.167 m. de altitud. Abundan aquí los terrenos de elevada pendiente, roquedo de tipo calizo y derrubios de ladera ("rastras" le llaman los serranos), destacando en vegetación el matorral y el pastizal, ya que el pinar y el encinar son escasos.
Sólo un tercio del término municipal está cultivado, la parte nororiental, en torno al río Albanchez y su cuenca, ya por debajo de los 800 m. de altitud. Aquí se dan los cultivos de huerta, muy productivos, y el olivar, que es la base de la economía de esta población (dos tercios de los empleados declaran ser propietarios de pequeñas explotaciones). Se trata, pues, de una estructura agraria muy familiar. Las actividades no agrarias se reducen al comercio minorista y la hostelería. El turismo, aprovechando los recursos naturales del municipio, ha hecho tímidamente aparición en los últimos años, contando Albanchez con un buen hotel rural en el paraje natural de Hútar, así como un cámping situado en la carretera que conduce a Jimena.
La población del municipio tiende al envejecimiento, con más ancianos que jóvenes y más defunciones que nacimientos. Por otro lado, muchas viviendas están abandonadas o son de tipo secundario, es decir, de individuos que poseen casa y quizás algunas tierras en el municipio, pero que viven y trabajan fuera.

Vista de Albanchez de Mágina desde la carretera de Torres
(foto: archivo propio)

Ayuntamiento de Albanchez de Mágina
(foto: archivo propio)


HISTORIA

El testimonio arqueológico más antiguo en el término municipal de Albanchez se encontró en la Cueva de los Esqueletos, en el paraje de las Zorreras, correspondiente a un enterramiento múltiple de la Edad del Cobre-Bronce (II Milenio a.C.) compuesto de varios esqueletos, dispuestos en semicírculo y armados de flechas de punta de pedernal. El descubrimiento fue incluso recogido en la popular obra de Don Manuel de Góngora Antigüedades Prehistóricas de Andalucía.
De época Romana nos han llegado algunos "tesorillos" o conjuntos de monedas, como los del Barranco de San Román  y de Hútar.
Los primeros siglos de la Edad Media son oscuros. No se tiene certeza del momento en que el actual asentamiento de Albanchez comienza a poblarse. Sí se sabe que la primera muralla construida data del siglo XI y que estaría por encima de las actuales casas que bordean la peña del castillo. Éste último es una construcción posterior, posiblemente del siglo XIV, obra cristiana que sustituiría a otra anterior de origen musulmán.

Una calle típica de Albanchez de Mágina, con el castillo al fondo
(foto: archivo propio)

En 1309 Fernando IV concede la villa a la Orden de Santiago, que creó la Encomienda de Bedmar y Albanchez, cuya presencia perduró, con intervalos, hasta el siglo XIX. Albanchez dependió de Bedmar hasta que el infante don Enrique de Aragón la hizo villa independiente por privilegio dado en Valladolid el 18 de noviembre de 1419, confirmado con posterioridad por otros reyes.

Escudo de la Orden de Santiago en el interior de la Iglesia parroquial
(foto: archivo propio)

Tras la reconquista se produjo un aumento demográfico auspiciado por las medidas y movimientos repobladores y el desarrollo de una economía de marcado carácter agrario, tipo de economía de subsistencia que, ya entrada la Edad Moderna, fue la responsable de la propia decadencia económica del municipio, a lo que se suma el estado de ruina que presentaba el castillo en esta época o el hundimiento del techo del templo parroquial a finales del seiscientos.
El siglo XVIII y primera mitad del XIX significó un tímido intento de recuperación. Así lo demuestra la reconstrucción de la iglesia. Aunque el hecho más significativo fue la definitiva desaparición de la Encomienda santiaguista gracias a medidas como la Desamortización de Mendizábal de 1836. Pero el siglo XX trae de nuevo los fantasmas del paro y el hambre, provocados por la incapacidad de salir de la economía de autoconsumo, y el aislamiento y las malas comunicaciones. Todo ello provocó una lenta pero implacable sangría migratoria de la que aún no se ha recobrado el municipio.


MONUMENTOS

Castillo


Castillo de Albanchez de Mágina
(foto: archivo propio)

Terraza almenada del castillo de Albanchez que comunica con el torreón más alto del conjunto.
(foto: archivo propio)

Aunque se trata de un recinto de pequeñas dimensiones, su posición hace que sea insexpugnable por su difícil acceso, hoy en día más cómodo gracias a una escalinata que bien parece desde abajo una escalera al cielo. Es una obra cristiana de principios del XIV, situada algunas decenas de metros más arriba de los restos de una fortificación anterior, posiblemente musulmana. El castillo estuvo ligado a la Orden de Santiago, como se ha dicho. Consta de un alcazarejo, realizado en mampostería, que engloba dos núcleos, siendo el superior, en forma de torreón rectangular de dos plantas, más grande. No obstante, el reducido espacio del conjunto del recinto hace pensar en la escasa capacidad para albergar tropas o enseres, aunque fue una construcción inestimable en época medieval para el control de los valles serranos y el acceso a otras plazas cercanas: Bedmar, Jimena, Huelma, Bélmez...

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Fachada principal de la Iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción de Albanchez de Mágina
(foto: archivo propio)


Vista del interior del templo parroquial
(foto: archivo propio)

De traza renacentista es esta pequeña iglesia dividida en tres naves separadas por arcos formeros de medio punto que apoyan en grandes columnas toscanas. La cubierta es a dos aguas, con un bello artesonado en madera, mientras que la cabecera del templo se cubre con bóveda de medio cañón. El exterior es sobrio, presentando dos sencillas portadas de arco de medio punto, una en el lado del Evangelio, la principal, y otra en el lado de la Epístola, denominada "del Sol". Completa el conjunto una espadaña de tres vanos que alberga las campanas. Debido a las similitudes estructurales y estilísticas con otros templos de la provincia, en especial con el de la vecina localidad de Bedmar, se atribuye su construcción al arquitecto marteño Francisco del Castillo "el Mozo".
Para más información acerca de este monumento, véase el artículo en este mismo blog: La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Albanchez de Mágina.


Portada llamada "del Sol" del templo de la Asunción de Albanchez de Mágina
(foto: archivo propio)


Torre del Reloj


Es una construcción de planta cuadrada, hecha de mampostería irregular, con sillares reforzando las esquinas. Este detalle nos lleva a pensar que quizás se trate de un torreón de la antigua muralla de Albanchez, que en el siglo XIX fue reutilizado como torre del reloj añadiendo una estructura de hierro fundido con campana que hoy la corona y que data de 1883.


Torre del Reloj de Albanchez de Mágina
(foto: archivo propio)


Mecanismo del Reloj en el interior de la torre
(foto: archivo propio)


FIESTAS Y TRADICIONES


San Francisco de Paula, patrón de Albanchez de Mágina, 
que tiene capilla propia en la iglesia parroquial
(foto: archivo propio)


Albanchez de Mágina rinde culto a su patrón, San Francisco de Paula, a principios de Mayo. En las fiestas patronales hay una curiosa tradición: la Procesión de los Hachones, el día 3 por la noche, en la que los participantes portan los hachones o teas de esparto verde encendidas mientras se reza el Rosario. Al día siguiente, el día 4, durante la procesión del Santo, las gentes arrojan trigo desde los balcones en agradecimiento por la cosecha y en rogativa por la venidera. No en vano, San Francisco de Paula es para los albanchecinos protector de las cosechas y propiciador de la lluvia. También en estas fechas primaverales es típico "cantar los mayos" y bailar la jota de Albanchez.
A partir de las Navidades y hasta el comienzo del verano, el ciclo festivo es muy rico en Albanchez: San Antón, la Candelaria, Semana Santa, San Francisco en Mayo, y San Juan.
Una tradición que cobra fuerza en los últimos años es la del encaje de bolillos, que cuenta en Albanchez con una Asociación propia llamada "Ibn Al-Baytar".
La gastronomía albanchecina es igualmente suculenta, destacando el llamado "guiso de maíz", único en la Provincia, y los "borullos" (variante de los "andrajos" con liebre), y para postre, la "ensalada de melón", las "hojuelas", los "almendrados", los "suspiros"...


Detalles Urbanos:

Pequeña plazoleta y fuente junto a la Torre del Reloj
(foto: archivo propio) 

Quiosco de la música en la Plaza de la Constitución
(foto: archivo propio)


Fuente de los siete caños
(foto: archivo propio)

Plaza de Albanchez con el castillo al fondo
(foto: archivo propio)


Bibliografía:

- VVAA. Jaén, Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.

Enlace de interés:

www.albanchezdemagina.es

 




En los Fogones de Jaén. "Migas de Pan"

Hoy comenzamos una nueva sección que he denominado "En los fogones de Jaén".Mi intención es dar a conocer un poco más la gastronomía de nuestra tierra, lo que cada día se cocina en los fogones de cualquier casa de Jaén. No pretendo inventar nada ni ser innovadora, pero sí que me gustaría que los jóvenes y no tan jóvenes que lean esta sección sigan cocinando como nos enseñaron nuestras madres y que se recuperen platos sencillos de Jaén y de vez en cuando mostrar alguno de otras partes de nuestra Andalucía. Espero vuestras opiniones y aportaciones para enriquecer estas páginas.
Empezamos esta nueva sección con un plato con enjundia, propio de estos fríos días de noviembre: "Migas de pan"

Foto: María Cristina Gimeno

Ingredientes:

-
1 Kg. de pan duro (de varios días).
- Mitad de cuarto de litro de aceite de oliva virgen.
- Una cabeza de ajos.
- Unas tiras de panceta.
- Sal

- Pimientos verdes.
- Dos o tres chorizos de Noalejo.
- Una morcilla de Carchelejo.
- Unas granás.
- Uvas blancas.


Modo de hacerlas:

A primera hora de la mañana se corta el pan en trocitos o en láminas muy finitas y se "espurrean" con agua salada. Se envuelven en una "parella", trapo de cocina, y se dejan reposar hasta la hora de hacerlas. Hay que tener cuidado de no empaparlas demasiado pues podríamos estar cocinando las migas hasta la noche.
En una sartén grande, tipo porcelana, se pone el aceite y se fríen los ajos enteros con la piel y la panceta. Una vez fritos, los ajos y la panceta, se reservan, y en ese aceite se echa el pan y con una buena rasera comenzaremos a darle vueltas sin descanso, para que no se peguen. Cuando lleven ya un buen rato haciéndose, siempre a fuego lento, y veáis que no se pegan, amontonarlas y apretarlas para que se tuesten por abajo y luego volverlas a menear, así hasta que estén listas para comer.
Mientras tanto ir friendo los pimientos, los chorizos y la morcilla, con los que acompañareis luego las migas. Desgranar las granás y lavar las uvas.

Comerlas en la misma sartén, saben mucho mejor, acompañadas de los demás ingredientes y, por supuesto, regadas con un buen vino tinto de Torreperogil.


Buen provecho