Arquitectura Civil en Jaén. El Parador del Condestable Dávalos de ÚBEDA, ahora también museo.

El parador de turismo "Condestable Dávalos" de Úbeda inauguró el pasado 12 de Enero la musealización de su espacio interior, pasando así a convertirse en el sexto de España y segundo de Andalucía, tras el de Granada, en estar musealizado, de modo que clientes y visitantes podrán disfrutar aún más de este excepcional palacio renacentista. Los encargados de inaugurar las nuevas instalaciones museísticas del parador fueron el presidente de la red de Paradores de España, Miguel Martínez, y el alcalde de la ciudad, Marcelino Sánchez. Con esta iniciativa se permitirá a los clientes y visitantes del edificio ubetense disfrutar de un recorrido por el interior del monumento, a través del cual podrán sumergirse en su historia, arquitectura, arte y leyendas.

Fachada principal del Parador de turismo de Úbeda
(foto: archivo propio)

Fue mandado construir este Palacio (actual Parador Nacional de Turismo desde 1930) por Don Francisco Ortega y Salido, Deán de la Catedral de Málaga y Primer Capellán de la Sacra Capilla del Salvador, junto a la que se encuentra, formando parte del bellísimo conjunto arquitectónico de la Plaza Vázquez de Molina.
Sabemos que en 1550 son dictadas las condiciones y trazas para la ejecución de las puertas de madera del edificio por Andrés de Vandelvira, puertas que serían llevadas a cabo por el carpintero Juan de Ocón. También, en este mismo año, Vandelvira da las condiciones para la elaboración de la losadura, obra que va a ser materializada por Jorge Leal. Por estos y otros detalles se desprende que el tracista de la fábrica del edificio fue el genial arquitecto, que se encuentra en la década de los 40 trabajando en varios proyectos en Úbeda.
Su planta es rectangular, en torno a un patio. La fachada principal, de concepción claramente horizontal, consta de dos cuerpos. En el primero, sobre zócalo, una serie de vanos adintelados coronados por frontón triangular. La portada principal posee columnas dóricas que sostienen un entablamento muy clásico con alternancia de triglifos y metopas. Queda coronada por ángeles que sostienen las armas del fundador.

Portada del Parador Nacional, Palacio del Deán Ortega. Úbeda
(foto: archivo propio)

El cuerpo superior de la fachada -separado del inferior por sencilla moldura-, está compuesto por balcones adintelados, siguiendo los ejes de simetría de los vanos inferiores. Se coronan con un cuerpo rectangular almohadillado, flanqueado por volutas y rematado por frontón curvo. Muy vandelvirianos, y ubetenses, son el par de balcones en esquina que se sitúan en los extremos de este segundo piso, que apoyan su dintel en finas columnitas de blanco mármol. 

Balcón en esquina del Palacio
(foto: archivo propio)

La fachada culmina en una gran cornisa volada con enormes y clásicas ovas. La fachada Norte presenta idéntica composición.
El patio es bastante similar a los restantes patios manieristas de la ciudad, con arcadas en ambos pisos, aunque en él se extrema el llamado «módulo andaluz» o «módulo nazarita» de sus columnas.
 
Patio del Parador de Úbeda
(foto: archivo propio)

Bibliografía:
 
 - Úbeda, Guía Histórico Artística de la Ciudad. Excmo. Ayuntamiento de Úbeda, 1985.


Castillos y Atalayas de Jaén. Castillo Nuevo de BEDMAR


 
Castillo "Nuevo" de Bedmar. 
Al fondo, a la derecha, se aprecian los restos del Castillo "Viejo", en la ladera de la Serrezuela.
(foto: archivo propio)

Bedmar tiene un castillo "Nuevo", porque también posee uno "Viejo". No distan mucho el uno del otro. El Viejo, de origen musulmán y del que sólo quedan unos muros, se encarama algo más arriba en la ladera de la Peña que le da cobijo. Nos ocuparemos de él en otra ocasión. El Nuevo es ya obra cristiana, del siglo XV, y se encuentra junto a la población. Desafortunadamente, está casi tan en ruinas como su hermano mayor.


UN POCO DE HISTORIA

Bedmar fue conquistada por los cristianos en el siglo XIII, y esta zona de Sierra Mágina, al Sur de la actual provincia de Jaén, quedará como frontera entre Castilla y el vecino reino nazarí.
En 1407, tropas nazaríes del Muhammad VII asaltaron y conquistaron Bedmar y su castillo. Aunque la plaza fue recuperada por caballeros enviados por el concejo de Baeza, estos sucesos, junto con otras razias ocurridas a lo largo de la centuria anterior, pusieron de relieve la incapacidad de la fortaleza bedmarense para cumplir la importante misión que tenía encomendada: guardar uno de los portillos más importantes, y peligrosos, de comunicación entre el reino de Granada y el Valle alto del Guadalquivir. Se hacía indispensable, pues, sustituir esta vieja fortaleza, más albacara defensiva que castillo fronterizo, y la construcción de una nueva más adecuada al propósito que debía desempeñar la villa.
En 1411 se acometen las obras bajo la supervisión del maestre de  la Orden de Santiago, don Lorenzo Suárez de Figueroa, que también nombra alcaide. El tiempo demostrará lo adecuado de la actuación, pues los ataques nazaríes de 1417, 1420 y 1431 no tendrán éxito, manteniéndose inexpugnable la nueva fortaleza bedmarense.

Vista del flanco norte del Castillo desde la entrada a Bedmar por la carretera de Jimena
(foto: archivo propio)

Vista desde el sur del Castillo coronando la villa. Al fondo, Baeza.
(foto: archivo propio)

EL CASTILLO

En el castillo de Bedmar se pueden distinguir dos ámbitos: recinto y alcazarejo. Se entra por el camino empedrado antiguo dominado por el adarve del alcazarejo.

Alcazarejo del Castillo Nuevo de Bedmar
(foto: archivo propio)

El patio de armas quedaba limitado por una serie de muros que son realces del propio podio rocoso sobre el que se asienta el conjunto. Estos muros siguen una linea quebrada que posibilita el flanqueo sin necesidad de torres. Se advierte obra de relleno para nivelar el espacio interior.

Castillo Nuevo de Bedmar
(foto: archivo propio)

En el extremo Este se alza el alcazarejo. Su entrada tiene algo de faraónica. Después de atravesar un vano adintelado se accede a un pasaje en cuesta que  que conducía a las dependencias del castillo. Algunos espacios estaban cubiertos con bóvedas de cañón de ladrillo. Las amplias ventanas nos hablan ya de las comodidades que en el siglo XV se hacían compatibles con la seguridad de las fortalezas. Por la parte que mira al castillo Viejo hay un torreón cilíndrico adosado. No hay huella de otros torreones, pues la obra se atiene a las irregularidades del zócalo rocoso. Todo el castillo Nuevo es obra de sillería, especialmente perfecta  en las cadenas de las esquinas y en vanos y ventanas. Fue declarado Monumento Histórico en 1985.

Torreón circular en el muro Este
(foto: archivo propio)


Ventanal en el muro Oeste
(foto: archivo propio)

Vista de la torre de la Iglesia de la Asunción de Bedmar a través de un ventanal del castillo
(foto: archivo propio)


Bibliografía:

- Eslava Galán, Juan. Castillos y Atalayas del Reino de Jaén. 1999.
- VVAA. Jaén, pueblos y ciudades. 1997.


 

Del Jaén Perdido... "Stabat Mater Dolorosa". Nuestra Señora de los Dolores, la Soledad, de TORREDONJIMENO


Talla antigua de Nuestra Señora de los Dolores, la Soledad, de Torredonjimeno (detalle)

En diciembre de 1634 se funda en la Parroquia de Santa María de Torredonjimeno la Cofradía de los Esclavos de la Santísima Virgen de los Dolores. Realizará su primera estación penitencial en la procesión oficial del Santo Entierro del Viernes Santo de 1635, desde esa misma parroquia, acompañando a la urna del Santo Sepulcro. Con posterioridad hubo de separar ambos pasos, debido al entusiasmo y fervor que la imagen de la Virgen despertaba por las numerosas saetas que se le cantaban y las tradicionales "carreras" que la imagen protagonizaba a hombros de sus entregados anderos, costumbre que aún perdura. Esto alargaba demasiado la madrugada del Sábado Santo, por lo que pasa a procesionar sola, adoptando una segunda advocación, la de la Soledad.

Nuestra Señora de los Dolores, Torredonjimeno

La antigua talla de la Cofradía era posiblemente de finales del siglo XVI, de candelero, por lo que sólo tenía esculpidas cabeza y manos, éstas últimas cruzadas justo por debajo del pecho, en el cual aparece un corazón de plata atravesado por puñales. Tenía también peluca postiza, y un rostrillo como se aprecia en la imagen. La imagen de esta dolorosa fue la última es ser quemada en Torredonjimeno, el 31 de diciembre de 1936. Gracias al celo de sus camareras y hermanos, pudieron ser salvados de la destrucción andas, varales y candelabros de plata regalo de don Ángel Gallo en 1927; la corona de plata de ley sobredorada, donada por doña Juana Anguita en 1920; dos mantos, uno de 1651 y otro de 1917, así como varias sayas de gran valor del siglo XIX.
Se ignora quién realizó las fotografías que se muestran de esta imagen y cuándo fueron tomadas. En la primera se aprecia con mayor detalle el rostro de la Señora. La segunda es una curiosa estampa en la que vemos la talla completa, colocada sobre un sagrario, con una media luna de plata y cabezas de querubines a los pies, y enmarcada con unas vistosas potencias que, a modo de porlongación de la corona, se desarrollan hasta el suelo desde la altura de los hombros.




Bibliografía:

- Jiménez Delgado, Francisco. Del Jaén perdido. Memoria artístico-religiosa de la Provincia de Jaén. Jaén, 2007.
- Revista "Calvario". Agrupación de Cofradías de Torredonjimeno.

Arquitectura Civil en Jaén. Los puentes de PUENTE DE GÉNAVE


Puente Nuevo de Puente de Génave
(foto: archivo propio)

No es casualidad que la toponimia de un lugar haga referencia en muchas ocasiones a su entorno y a su pasado, incluso a la esencia misma de su existencia. Es el caso de un pueblecito joven de la Sierra de Segura llamado Puente de Génave. Digo joven, porque cuenta con unas cuantas décadas de entidad municipal, aunque las raíces de su historia se hunden en épocas mucho más antiguas.
Un río y una carretera son los padres de este pueblo. El río es el Guadalimar, afluente principal del Guadalquivir por su margen derecha, y cuyo lecho en este lugar se hace poco profundo para  dar como resultado un vado de paso. La carretera, actual Nacional 322, es el milenario camino que comunica Andalucía y Levante, y dibuja una peculair "S" a su paso por "el Puente", como se le conoce a esta población serrana. Y dada la antigüedad de esta ruta, en torno a la cual fue naciendo el caserío, queda un testigo mudo casi tan antiguo como ella. El primer puente que se construyó fue en época romana, y ha llegado hasta nosotros parcialmente conservado. Aquí se le llama el "Puente Viejo".

Puente romano de Puente de Génave
(foto: archivo propio)

Se trata de una construcción sencilla, que consta de un solo ojo de medio punto y bóveda de medio cañón, alternándose en su obra la mampostería con la sillería. A pesar de su origen romano, tiene más de otras épocas posteriores que de aquélla. Sigue en uso, por supuesto, tanto para peatones como para vehículos.

Puente Viejo, fotografía tomada desde su hermano pequeño, el Puente Nuevo
(foto: archivo propio)

Este recatado y humilde puente tuvo su réplica a finales del siglo XIX, cuando fue sustituido por el "Puente Nuevo", abrazando así una merecida jubilación. Éste es de mayores dimensiones, pensado para soportar el tráfico rodado que ya empezaba a despuntar en las postrimerías de la centuria decimonónica. Por ser más nuevo, presenta también interesantes innovaciones tanto constructivas -rebajamiento de las bóvedas- como tecnológicas -estrechamiento de los soportes que favorecen el natural discurrir del agua con la mínima erosión de la sillería-. Lo componen tres ojos cubiertos por arcos escarzanos, de mayores dimensiones el central, que originan bóvedas de cañón muy rebajadas que descargan sus fuerzas sobre robustos pilares rectangulares con tajamares semicirculares y estribos en los extremos.

Puente Nuevo de Puente de Génave
(foto: archivo propio)

Hace poco que la carretera nacional se desvió de la población, construyéndose una circunvalación, por lo que ya no se pasa por Puente de Génave, a menos que se quiera entrar a la población. El Puente Nuevo también ha sido forzado ya a una limitación de funciones y se le ha liberado de trabajo, pues sirve sólo para comunicar los dos barrios del Puente que quedan separados por el río, aunque no es poco. Y así, el uno junto al otro, el Viejo y el Nuevo, uno jubilado y otro más ocioso, sólo les queda contemplar, por más siglos, el paso por sus ojos de las rojizas aguas del Guadalimar.

Río Guadalimar a su paso por Puente de Génave
(foto: archivo propio)


Bibliografía:

- VVAA. Jaén, pueblos y ciudades. Jaén, 1997.  
 
 

LA GUARDIA DE JAÉN. Hoy comienzan las fiestas en honor al patrón, San Sebastián

Se celebra hoy en La Guardia la festividad de San Sebastián, patrón de la localidad, aunque ayer ya dio comienzo la feria que durará hasta el próximo sábado, 22 de Enero, y que destaca por sus distintos actos religiosos, destacando especialemente la misa y procesiones del santo. Se trata de una devoción extendida por la Orden de Calatrava en la provincia de Jaén.
Hoy, día grande en La Guardia, tiene lugar la santa misa a las 12:00 del mediodía en la Parroquia de la Asunción, a donde ya fue trasladada la imagen del patrón días antes y colocado en sus andas. Pero será por la tarde cuando tenga lugar la procesión por las calles de la localidad. El momento culminante de este día sucede cuando la imagen del patrón, siempre acompañado de un pequeño naranjo cuyas ramas están cargadas de su fruto, se encierra en su templo, mientras es despedido por los aplausos emocionados de los guardeños, el himno nacional y numerosas salvas, tanto de escopetas de caza como de tracas de petardos, en honor a la condición militar del santo. Las salvas militares cargan el aire en estas fiestas con el intenso y característico olor a pólvora. Desde su salida del templo y a lo largo de todo el recorrido hasta su regreso al mismo, las calles se engalanan de arcadas cubiertas de ramas de pino y luces.
Al día siguiente, día 21, San Sebastián volverá a ser procesionado, esta vez por la mañana y después de la correspondiente misa de difuntos de la cofradía, llegando la comitiva hasta el paraje conocido como "las eras de San Sebastián", para bendición del pueblo y sus campos.
En los años en que aún estaba en vigor el servicio militar obligatorio, los llamados "quintos" eran los orgullosos portadores del santo en las procesiones. El día 21, y conservando una tradición eminentemente militar relacionada con el mencionado servicio obligatorio, se realiza el tradicional reparto de naranjas, amuleto preciado por los vecinos, en especial por estos "quintos", a los que da suerte y protección.


San Sebastián, patrón de La Guardia de Jaén
(foto: archivo propio)




Bibliografía:
 
- Rubio Fernández, Juan. Fiestas populares de la provincia de Jaén. Jaén, 2003.

Enlace:

www.laguardiadejaen.com (Web del Ayto. de La Guardia de Jaén)


Iglesias de Jaén. Iglesia de San Antón de ALCALÁ LA REAL


Fachada principal de la Iglesia de San Antón de Alcalá la Real
(foto: archivo propio)

HISTORIA

Se levanta este singular templo en un lateral del alcalaíno Paseo de los Álamos, una histórica alameda que tiene sus orígenes ya a mediados del siglo XVI, cuando se plantan árboles en estos terrenos en donde pastaba el ganado situados entonces a las afueras del núcleo urbano, hacia el sureste. 
San Antón fue en realidad la iglesia perteneciente al hospital del mismo nombre -hoy inexistente-, que se levantó entre 1744 y 1753 sobre una antigua ermita del siglo XVI, con aportaciones populares, y a instancias del jurado de la ciudad, don José Ruiz Castellanos, como así reza la inscripción colocada en su fachada.

Paseo de los Álamos, donde se instalaba la feria, e Iglesia de San Antón al fondo
(Antigua tarjeta postal. Foto López, nº 12. Ed. Hauser y Menet -Madrid-. Hacia 1910)
 
La Iglesia de San Antón, en uno de los laterales del Paseo de los Álamos
(foto: archivo propio)

LA IGLESIA DE SAN ANTÓN

El edificio tiene una disposición Oeste-Este, con el presbiterio en dirección a la puesta del sol, lo que no es ortodoxo en la concepción arquitectónica cristiana.
Su portada, rematada por una espadaña de dos cuerpos que se alza por encima de la cornisa del tejado, es un tanto arcaizante para la época neoclásica, ya que su estructura remite más bien a un gusto barroquizante y, desde luego, no está en consonancia con la originalidad de la planta oval del edificio inscrita en un cuerpo poligonal de ocho lados. La elipse de su planta queda, no obstante, enmascarada por la forma en cruz griega gracias a grandes capillas laterales rectangulares.
La portada posee arco de medio punto  flanqueado por pilastras toscanas. En el segundo cuerpo, hornacina enmarcada por columnas jónicas y adornada con pináculos. Remata un gran ventanal ovalado. A la derecha de la puerta principal hay un pequeño oratorio. La torre es de planta cuadrada y se cubre con capitel bulboso. La volumetría de los diferentes cuerpos del templo es armónica externamente, a pesar de que es difícil apreciar el conjunto por las viviendas que se adosan a ambos lados.
La iglesia tuvo tres retablos, destruidos durante la Guerra Civil. En el mayor aparecía la representación del santo titular, San Antón, lugar que ocupa actualmente la Virgen de la Aurora, trasladada aquí después de la ruina de la ermita de la Caridad. También sería trasladado desde el antiguo convento de los Capuchinos el Cristo de la Misericordia.
 

Interior de la Iglesia de San Antón. Altar Mayor
(foto: archivo propio)


Torre de la Iglesia de San Antón. 
En primer término, escultura de Pablo de Rojas, escultor alcalaíno (1549-1611)
(foto: archivo propio)



Bibliografía:

- VVAA. Jaén, pueblos y ciudades. Jaén, 1997.
- VVAA. Guía artística de Jaén y su provincia. Sevilla, 2005.


 

Las Lumbres de San Antón en JAÉN


La lumbre, junto a los muros de la iglesia de la Magdalena, crepita en la fría noche jaenera.
Al fondo se recorta en la oscuridad la silueta del Castillo iluminado
(foto: archivo propio)

En la víspera de la festividad de San Antón, diminutivo de San Antonio Abad, monje eremita egipcio del siglo III, la ciudad de Jaén y otros muchos pueblos de la provincia encienden lumbres en una celebración del fuego en la que también se dan cita otras costumbres. La gastronomía, la bendición de los animales, la quema de muñecos, canciones populares, juegos y ritos religiosos rodean a esta fiesta que comienza ya en la tarde-noche del día 16, prolongándose a lo largo de la jornada siguiente.

ORIGEN Y SIMBOLISMO DE LA FIESTA EN JAÉN
El fuego purificador, que ahuyenta los malos espíritus, es un rito ancestral que se remonta a las culturas paganas de la antigüedad. No sólo en relación al ser humano, sino también y especialmente al ganado y animales domésticos para evitar enfermedades y plagas. Aquí rastreamos ya uno de los caracteres de San Antonio Abad que será utilizado en el proceso de cristianización de aquellas prácticas paganas, es decir, su amor por los animales, de los cuales es patrón. Por otro lado, y dadas las tentaciones que sufrió el santo anacoreta en el desierto, esta tierra jiennense, por mucho tiempo fronteriza con el "infiel" musulmán, ha venerado tradicionalmente al santo por el carácter triunfante de éste sobre el mal y la herejía.
La festividad de San Antonio Abad llegaría a Jaén hacia el siglo XIII, seguramente con los nuevos habitantes que vinieron durante el periodo de la repoblación castellana, influenciados por la devoción que se le profesaba al santo en Francia y Centro Europa.
En la ciudad de Jaén, la víspera del día 17 de Enero ha sido una fecha muy señalada dentro de su calendario festivo. Se trata de una fiesta antigua, mencionada incluso en los romances fronterizos medievales. En la Catedral de Jaén, el santo tenía capilla propia y una cofradía, fundada por los ballesteros de la ciudad, cuyos estatutos fueron aprobados por el Obispo Don Alfonso Fernández Pecha en 1368. En dicha capilla se honraba a San Antón encendiendo cuatro antorchas que permanecían ardiendo en el altar la víspera de su onomástica y durante todo el día siguiente. También en otras parroquias era venerado pues se tiene constancia de imágenes del santo en San Ildefonso, que era procesionado por los albardoneros, en la parroquia de la Magdalena y en las ermitas de la Coronada y del Peñón de San Lázaro. En el siglo XV, el regidor de la ciudad y valido de Enrique IV, el Condestable de Castilla Miguel Lucas de Iranzo, propició el auge de esta fiesta religiosa, que terminó consolidándose en el siglo XIX por el impulso de los ganaderos.

LAS LUMBRES DE SAN ANTÓN

La costumbre al terminar las labores agrícolas de la aceituna era encender grandes luminarias en las que se quemaba el "ramón", es decir, los restos de la corta y poda de los olivos. Por otro lado, también se quemaban muebles viejos y otros objetos que se desechaban de las casas al realizarse una limpia general tras el remate de la aceituna, y en cada barrio se encendía una hoguera, dándose cita todos los vecinos.
Una curiosa tradición es colocar en lo alto de la hoguera un muñeco hecho con ropa vieja, relleno de paja y serrín, como si fuera un espantapájaros. En su cabeza, pies y manos se introducen petardos que estallan cuando llega el fuego hasta ellos. De esta forma, el muñeco, representación del mal, es asediado y destruido por el fuego, el bien.
Hoy, cada barrio de la capital enciende su lumbre, consumiendo los vecinos productos matanceros, las típicas rosetas (palomitas de maíz) y calabazas asadas o "carruécano".
Se cantan y bailan los "melenchones", en corros en torno a la hoguera. Estas singulares composiciones tratan temas cotidianos con lenguaje sencillo pero cargado de ironía, crítica o picardía. Durante la primera parte de la copla un muchacho o una muchacha se queda dentro del círculo. Durante el estribillo, elige pareja y juntos danzan mientras el resto los contemplan acompañándolos con música y palmas.


Lumbre junto a la Iglesia de la Magdalena
(foto: archivo propio)

Lumbre en la Plaza de la Merced, junto a la Iglesia y la Fuente Nueva
(foto: archivo propio)

Lumbre en la Plaza de San Juan
(foto: archivo propio)
 
CARRERA URBANA "NOCHE DE SAN ANTÓN":

Paralelamente al encendido de las tradicionales hogueras tiene lugar, en la tarde-noche del 16 de Enero, una carrera popular por las calles de la capital que ha adquirido gran prestigio en los últimos años y un carácter internacional, compitiendo personalidades de renombre del mundo del atletismo, como Martin Fiz, Abel Antón, Fabián Roncero, Marta Domínguez, Rui Silva, Carla Sacramento, Moses Tanui, Rosa Mota o Manuel Pancorbo.
Esta competición, organizada por el Patronato Municipal de Deportes de Jaén, comenzó su andadura en 1984. En este primer año sólo participaron 180 corredores. En la última edición de 2015 han sido más de 8.400, todo un récord.
La carrera se desarrolla en el casco urbano de la capital, con una distancia de 10 km. aproximadamente y con inicio y meta en la Avenida de Andalucía, o "Gran Eje", como popularmente se la conoce aquí en Jaén. Las luces de Navidad, aún presentes en las calles jiennenses, se encienden esta noche para acompañar a los atletas. El público entusiasmado recibe a los corredores en meta con unas antorchas encendidas en alusión a la tradición de las lumbres, y que se ha convertido en la seña de identidad de esta carrera.

Zona de meta en la Avenida de Andalucía o "Gran Eje",
donde el público aguarda a los corredores con antorchas encendidas en un curioso espectáculo.
(foto: archivo propio)


Bibliografía:


-Rubio Fernández, Juan. Fiestas Populares de la Provincia de Jaén. Jaén, 2003.



Del Jaén Perdido... "Stabat Mater Dolorosa". María Santísima de la Soledad de MARTOS

Iniciamos con este título de "Stabat Mater Dolorosa" un recorrido por la imaginería relacionada con los Dolores y Soledad de la Virgen, una de las iconografías de pasión que, particularmente, más me gustan y admiro, también desde el punto de vista cristiano. Esta sección va a tener también un toque especial, de nostalgia y recuerdo, puesto que ninguna de las imágenes que trataremos existe ya, por unos motivos u otros, aunque el principal, de todos es sabido, fue la barbarie perpetrada contra el patrimonio religioso en los fatídicos acontecimientos del 36. 
Stabat Mater Dolorosa, "estaba la Madre sufriendo", es el inicio de una plegaria católica, en verso y en latín, del siglo XIII, atribuida a Inocencio III y al franciscano Jacopone de Todi. La oración medita sobre el sufrimiento de María, la madre de Jesús, al pie de la Cruz durante la crucifixión. Es una de las composiciones literarias a la que más se le ha puesto música.
La Provincia de Jaén contaba con un magnífico patrimonio imaginero  antes de la Guerra Civil. Por su parte, el ramillete de Dolorosas era amplio y de enorme calidad. Intentaremos, gracias a lo único que nos queda de aquellas imágnes, las fotografías en blanco y negro, traer a la memoria algunos casos de estas tallas desaparecidas.


María Santísima de la Soledad de Martos. 1930
(foto: Ramón Sánchez Avela)

Hoy le toca el turno a Nuestra Señora de la Soledad de Martos. Es ésta una excepcional fotografía de una excepcional talla. En un número extraordinario del semanario local "El Eco Marteño", de 16 Abril de 1930, dedicado a la Semana Santa, para ilustrar un trabajo que firmaba el sacerdote don Manuel Valdivia Chica titulado "Mater Dolorosa", aparecía la fotografía que hoy traemos a esta sección, realizada por el fotógrafo local Ramón Sánchez Avela.
La cofradía de la Soledad es la más antigua de las que en la actualidad procesionan en la ciudad de Martos. Fundada a finales del siglo XVI, posiblemente a principios de la década de los ochenta, tenía su sede en el Convento de San Francisco, y se llamaba "de Jesús y María", ya que el Viernes Santo por la mañana acompañaba a la cofradía de Jesús Nazareno de la Parroquia de Santa Marta, aunque su procesión estatutaria se realiza en la tarde-noche de ese mismo día. Actualmente la cofradía tiene su sede en el Convento de la Trinidad.
Esta bella imagen fue destruida en 1936 en la guerra civil. Se desconoce el nombre de su autor y fecha de ejecución. Su rostro  compungido muestra un dolor contenido, con la boca entreabierta y  la mirada perdida hacia el suelo. En la fotografía observamos la imagen vestida de riguroso luto, tocada con corona de plata. Sus expresivas manos se juntan una sobre otra a la altura del pecho, en el cual apreciamos un corazón también en plata atravesado por un puñal. 
La actual imagen es una talla de candelero, posiblemente de principios del siglo XX.


Bibliografía:

- VV.AA. La Semana Santa en el recuerdo. Diario JAEN - CajaSur.
- www.cofradiasoledad.com (web de la Seráfica Cofradía de María Stma. de la Soledad de Martos)

Por los Pueblos de Jaén. LUPIÓN


LUPIÓN
  
Escudo de Lupión
Localización: en la zona central de la Provincia.
Comarca: La Loma.
Superficie: 24,33 km2.
Población: 938 hab. (2013)
Densidad: 39,7 hab./km2.
Altura: 449 m.
Límites: al N. con Linares e Ibros, al S. con Begíjar, al E. con Baeza y al O. con Torreblascopedro.
Gentilicio: Lupariense, lupionense, lupionero/a.
Pedanías: Guadalimar.
Distancia de la capital: 47 km. 
 


Vista parcial de Lupión
(foto: archivo propio)

Vista aérea de Lupión
(foto: "Jaén desde el cielo")


SITUACIÓN GEOGRÁFICA Y ECONÓMICA

El término municipal de Lupión se extiende al final de la Loma de Úbeda, entre los valles de los ríos Guadalquivir y Guadalimar. Cerca de este último se encuentra el otro núcleo de población del municipio, el poblado de colonización Guadalimar, antes llamado "del Caudillo", y que posee 313 habitantes. El núcleo de Lupión se localiza sobre una colina amesetada. El monocultivo del olivar junto con la industria almazarera, son las principales fuentes de ingresos de la localidad, complementados con los procedentes del cultivo del algodón que se explota en la vega del Guadalquivir.

Plaza del Ayuntamiento. Lupión
(foto: archivo propio)


HISTORIA

Lupión era un paraje de abundante agua, pastos y numerosos lobos, de donde le viene su primitivo nombre romano de Luparia. En el apogeo de la romana Cástulo (situada en las cercanías de la actual Linares) se cita a Lupión por primera vez. Hay un número considerable de asentamientos romanos en el término municipal, destacando El Tesoro, Las Casas de Hurtado, La Huerta de Cani o Campillo de Guadalimar.
Ya en época islámica, la cercana ciudad de Baeza se convertirá en un núcleo de gran importancia en la zona del Alto Guadalquivir y será a partir de entonces cuando Lupión, una alquería que contaba con fortificación, se adscriba a la jurisdicción baezana, dependiendo de ella, al igual que ocurrirá en época cristiana.

Torreón medieval de Lupión. A la izquierda, el Ayuntamiento de la localidad.
(foto: archivo propio)

El nombre del primer alcalde pedáneo que figura en archivos es Pedro de Padilla, el cual tuvo que lidiar, en los años cuarenta del siglo XV, con muchos conflictos de linajes propios de la época, como el que tuvieron los Valenzuela de Linares con Baeza con el fin de lograr su independencia.
Ya en tiempos de Carlos III, concretamente en 1.784, considerándose fuertemente oprimida por las autoridades de Baeza, y sintiéndose suficiente en servicios, los entonces alcaldes pedáneos Pedro García y Pedro Juan Ramírez decidieron pedir al monarca les librase de la tutela de dicha ciudad, para lo cual el Síndico Personero Don Juan Arredondo accedió a prestar a Lupión 6.000 reales de vellón para la consecución del título de villazgo. El 28 de Febrero de 1784, Carlos III concedió la instancia, pero el Concejo de Baeza, lejos de acatar prontamente la decisión del Rey, argumentó que no era conveniente, con lo que comenzó un periodo de expedienteo que dio su fruto favorable para Lupión el 14 de Agosto de 1795,  reinando ya Carlos IV.
En 1813 el lugar de Torreblascopedro, que había caído en término de Lupión, solicitó a ésta su independencia. El requerimiento se dilató en el tiempo, hasta 1871, fecha en que se deslindó de este municipio. 


MONUMENTOS

Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción

Se trata de un sencillo edificio, de pequeñas dimensiones, iniciado en el siglo XIV, aunque sucesivas reformas han enmascarado algo su primigenio goticismo.
Su planta presenta tres naves con mayor anchura la central, aunque también el lateral izquierdo es mayor que el derecho. Los pilares que separan las naves tienen diferentes plantas y los arcos formeros  son de medio punto, salvo en la zona gótica del presbiterio en donde son apuntados. Una bóveda de medio cañón cubre los tres tramos de la nave central, mientras el presbiterio se cubre con bóveda de terceletes gótica. La sacristía es una construcción contemporánea, situada al principio del lateral izquierdo, equilibrada, en la parte opuesta, por una capilla. A los pies se levanta el coro sobre columnas salomónicas.
El exterior es bastante simple, presentando portada con sencillo arco de medio punto y torre-campanario algo baja cubierta con tejado a dos aguas.

Exterior de la iglesia de la Asunción. Lupión
(foto: archivo propio)

Nave de la Iglesia y Capilla Mayor
(foto: archivo propio)

El Torreón

El torreón de Lupión es una obra cristiana del siglo XIII que formaba parte de un recinto fortificado más amplio. Uno de los lados del torreón, el que da a la plaza, es semicircular. Internamente posee dos salas cubiertas ambas con bóvedas de ladrillo semiesféricas. En su parte superior conserva unas ménsulas de un desaparecido matacán defensivo.

Torreón de Lupión
(foto: archivo propio)

Fuente

En la plaza de la población se concentran, como estamos viendo, todos las edificaciones de importancia en la villa. Iglesia, Castillo, Ayuntamiento y Fuente. Esta última es del siglo XIX, en piedra, de dos caños, anexa a otro edificio.

Fuente de piedra en la plaza de Lupión
(foto: archivo propio)


FIESTAS Y TRADICIONES

Lupión celebra a San Antón el 17 de Enero, encendiendo las típicas hogueras en la víspera. Existía la costumbre antaño de engordar al "marranico" de San Antón, alimentado por todo el pueblo y que luego era sorteado.
El 25 de Abril se festeja San Marcos por los "quintos", que sacan al santo en procesión. Se elaboran en este día los típicos rosquillos de pan con malahúva, que se reparten entre los vecinos. Por la noche, animado baile con verbena.
También se celebra la festividad de San Isidro, patrón de la localidad. Aunque la feria grande se celebra a comienzos de Agosto, en honor a la patrona, la Virgen del Lorite y al Santísimo Cristo de la Vera-Cruz

Cartel anunciador de las fiestas de Lupión 2010

La feria tradicional se celebraba en Septiembre, entre los días 15 y 17 de este mes. Pero en la década de los 90 del siglo pasado, las fiestas se trasladaron al primer fin de semana de Agosto para permitir la concurrencia de los hijos de Lupión emigrados.

Santísimo Cristo de la Vera Cruz, patrón de Lupión
(foto: archivo propio)
Virgen del Lorite, patrona de Lupión
(foto: archivo propio)

A la Virgen del Lorite también se la procesiona el día 5 de Marzo. En este día se celebraba una romería, pero en la actualidad sólo se realiza una procesión por las calles del pueblo.
La patrona recibe este nombre por haber sido encontrada en el paraje de Lorite, situado en el antiguo camino de Lupión a Baeza. Allí fue hallada en la Edad Media por unos leñadores en el interior de un tronco hueco. Al pertenecer Lupión a Baeza, las autoridades de esta ciudad reclamaron la imagen y enviaron a unos hombres a por ella. Pero la imagen pesaba tanto que no pudieron moverla del sitio. Probaron a hacerlo unos lupionenses, que la levantaron sin esfuerzo del suelo, circunstancia ésta tenida como la manifestación del deseo de la Señora de quedarse en Lupión, a donde fue trasladada la imagen. Aquí radica el origen, por cierto, de la iglesia de la localidad, construída para rendirle culto.


Bibliografía:

- Rubio Fernández, Juan. Fiestas populares de la provincia de Jaén. Jaén, 2003.
- VVAA. Jaén, pueblos y ciudades. Jaén, 1997.

Enlace:
- www.lupion.es (web del ayto. de Lupión).