Castillos y Atalayas de Jaén. Castillo Nuevo de BEDMAR


 
Castillo "Nuevo" de Bedmar. 
Al fondo, a la derecha, se aprecian los restos del Castillo "Viejo", en la ladera de la Serrezuela.
(foto: archivo propio)

Bedmar tiene un castillo "Nuevo", porque también posee uno "Viejo". No distan mucho el uno del otro. El Viejo, de origen musulmán y del que sólo quedan unos muros, se encarama algo más arriba en la ladera de la Peña que le da cobijo. Nos ocuparemos de él en otra ocasión. El Nuevo es ya obra cristiana, del siglo XV, y se encuentra junto a la población. Desafortunadamente, está casi tan en ruinas como su hermano mayor.


UN POCO DE HISTORIA

Bedmar fue conquistada por los cristianos en el siglo XIII, y esta zona de Sierra Mágina, al Sur de la actual provincia de Jaén, quedará como frontera entre Castilla y el vecino reino nazarí.
En 1407, tropas nazaríes del Muhammad VII asaltaron y conquistaron Bedmar y su castillo. Aunque la plaza fue recuperada por caballeros enviados por el concejo de Baeza, estos sucesos, junto con otras razias ocurridas a lo largo de la centuria anterior, pusieron de relieve la incapacidad de la fortaleza bedmarense para cumplir la importante misión que tenía encomendada: guardar uno de los portillos más importantes, y peligrosos, de comunicación entre el reino de Granada y el Valle alto del Guadalquivir. Se hacía indispensable, pues, sustituir esta vieja fortaleza, más albacara defensiva que castillo fronterizo, y la construcción de una nueva más adecuada al propósito que debía desempeñar la villa.
En 1411 se acometen las obras bajo la supervisión del maestre de  la Orden de Santiago, don Lorenzo Suárez de Figueroa, que también nombra alcaide. El tiempo demostrará lo adecuado de la actuación, pues los ataques nazaríes de 1417, 1420 y 1431 no tendrán éxito, manteniéndose inexpugnable la nueva fortaleza bedmarense.

Vista del flanco norte del Castillo desde la entrada a Bedmar por la carretera de Jimena
(foto: archivo propio)

Vista desde el sur del Castillo coronando la villa. Al fondo, Baeza.
(foto: archivo propio)

EL CASTILLO

En el castillo de Bedmar se pueden distinguir dos ámbitos: recinto y alcazarejo. Se entra por el camino empedrado antiguo dominado por el adarve del alcazarejo.

Alcazarejo del Castillo Nuevo de Bedmar
(foto: archivo propio)

El patio de armas quedaba limitado por una serie de muros que son realces del propio podio rocoso sobre el que se asienta el conjunto. Estos muros siguen una linea quebrada que posibilita el flanqueo sin necesidad de torres. Se advierte obra de relleno para nivelar el espacio interior.

Castillo Nuevo de Bedmar
(foto: archivo propio)

En el extremo Este se alza el alcazarejo. Su entrada tiene algo de faraónica. Después de atravesar un vano adintelado se accede a un pasaje en cuesta que  que conducía a las dependencias del castillo. Algunos espacios estaban cubiertos con bóvedas de cañón de ladrillo. Las amplias ventanas nos hablan ya de las comodidades que en el siglo XV se hacían compatibles con la seguridad de las fortalezas. Por la parte que mira al castillo Viejo hay un torreón cilíndrico adosado. No hay huella de otros torreones, pues la obra se atiene a las irregularidades del zócalo rocoso. Todo el castillo Nuevo es obra de sillería, especialmente perfecta  en las cadenas de las esquinas y en vanos y ventanas. Fue declarado Monumento Histórico en 1985.

Torreón circular en el muro Este
(foto: archivo propio)


Ventanal en el muro Oeste
(foto: archivo propio)

Vista de la torre de la Iglesia de la Asunción de Bedmar a través de un ventanal del castillo
(foto: archivo propio)


Bibliografía:

- Eslava Galán, Juan. Castillos y Atalayas del Reino de Jaén. 1999.
- VVAA. Jaén, pueblos y ciudades. 1997.


 

1 comentario:

  1. Efectivamente, el castillo "viejo" al que aquí se refiere, es de origen árabe; aunque cabe comentar que este último fue construido sobre una anterior fortaleza existente ya en época romana.

    De todas formas, es este un excelente artículo de el que espero, próximamente, continuidad con respecto a la información del "castillo viejo". No os olvideis de subir por el Canalizo para encontrar los restos del torreón árabe, la cueva en la que aun se conserva el estucado con su color original y, bastante más arriba, sobre las puntiagudas crestas rocosas, los restos de la antigua muralla que protegía a la fortaleza de los ataques provenientes de la Serrezuela.

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