Ermitas y Santuarios de Jaén. Ermita de Nuestra Señora de las Nieves de PEGALAJAR


Ermita de Nuestra Señora de las Nieves. Pegalajar
(foto: archivo propio)


Hoy, festividad de Nuestra Señora de las Nieves, un pequeño pueblo de la comarca de Sierra Mágina, Pegalajar, celebra a su patrona, siendo el único pueblo de Jaén que la tiene como Señora y Protectora.

UN POCO DE HISTORIA

Durante la Edad Media, el núcleo urbano de Pegalajar se extendía desde el cerro del Castillo, hoy prácticamente desaparecido, siguiendo dirección suroeste hasta la actual Plaza de la Constitución, en donde se sitúa el Ayuntamiento. Pero a partir del siglo XVI, el crecimiento urbanístico tomó un nuevo rumbo, surgiendo un nuevo barrio al Este, al otro lado del barranco de Villajos (toponimia que aún se conserva en la calle que hay sobre dicho barranco). Aquí se encontraba la antigua ermita de Santa María, de origen medieval, y un cementerio junto a ella. Será por tanto la ermita la que articule esta nueva collación de casas, desapareciendo el cementerio en esta nueva expansión que se consolidará definitivamente en la centuria siguiente.

Ermita de la Virgen de las Nieves. Fachada del mediodía
(foto: archivo propio)

La ermita de Santa María es ya mencionada en documentos de 1511. Aún la calle lateral de la ermita conserva tal nombre, y hasta hace unas décadas también la plaza junto a ella. El cambio de denominación de la ermita debió producirse en el siglo XVII, cuando aparece la Cofradía de Nuestra Señora de las Nieves, que aquí tiene su imagen.

LA ERMITA DE LA VIRGEN DE LAS NIEVES

Es un edificio sencillo, aunque muy remodelado con el paso de los siglos, de planta de cruz latina, cabecera plana, y coro en alto en los pies. En el testero frontal, a través de un arco de medio punto compuesto de grandes dovelas, se abre el camarín de Nuestra Señora de las Nieves, de planta cuadrada y cubierto con pequeña cúpula de media naranja que apoya sobre pechinas. Bajo ella, una primorosa imagen del escultor malagueño José Navas Parejo, que sustituyó a la que había sido destruida durante la guerra civil.
No sólo a la patrona, pues esta ermita guarda también en su interior la imagen del patrón de Pegalajar, San Gregorio Nacianceno.


Interior de la ermita
(foto: archivo propio)


  
 Vista de los pies del templo con el coro en alto
(foto: archivo propio)


Camarín de Nuestra Señora de las Nieves en su ermita
(foto: archivo propio)
 
El exterior de la ermita está encalado, salvo las dos portadas, en piedra, que son los elementos más destacados. La correspondiente a la fachada del mediodía presenta arco de medio punto que apoya sobre semicolumnas, y éstas a su vez sobre plintos. Poseen extraños capiteles con cierto aire islámico. Junto a esta portada existe un azulejo con la imagen de la Virgen de las Nieves. La portada de los pies es también de arco de medio punto, enmarcado en alfiz y apoyado sobre pilastras. Sobre la cornisa, una pequeña hornacina alberga un azulejo con la imagen de la Inmaculada Concepción.
La ermita se cubre con teja árabe y tiene una sencilla espadaña con campana.

Portada del mediodía
(foto: archivo propio)



Portada de los pies
(foto: archivo propio)




Bibliografía:

- López Cordero, Juan Antonio. Patrimonio histórico-cultural de la villa de Pegalajar. En revista "Sumuntán", nº 8.






Castillos y Atalayas de Jaén. Recinto Ibérico del Cerro del Castellón de LARVA


Larva desde el Cerro del Castellón
(foto: archivo propio)

Larva es un pequeño pueblo del Sureste de la Provincia de Jaén, en la comarca de Sierra Mágina. En todos mis años de rodaje por ésta nuestra singular provincia, he aprendido que cualquier pueblo de su geografía tiene, al menos, una sorpresa que ofrecer al viajero y, desde luego, Larva no es una excepción. A pesar de su escasez monumental, esta localidad nos reserva efectivamente una agradable sorpresa, fuera ya de su casco urbano, en forma de recinto fortificado, no al uso de los que abundan en tierras jiennenses, es decir, de época islámica, sino de época ibérica, lo cual lo convierte en un bien patrimonial más especial, si cabe, ya no sólo por su mayor antigüedad con respecto a las fortificaciones musulmanas, también por la propia escasez y rareza de las ibéricas.
El único asentamiento de época Antigua conocido hasta el momento en el término municipal de Larva es este recinto ibérico del cerro del Castellón. Se trata de un asentamiento correspondiente al ibérico tardío, del siglo II - I a.C. Se encuentra a dos kilómetros aproximadamente al noreste de la localidad, sobre un cerro que destaca en medio del llano, situándose dicho recinto en la parte superior de la meseta.

Vista del Cerro del Castellón desde su lado Sur
(foto: archivo propio) 

Vista del Cerro del Castellón desde su lado Norte
(foto: archivo propio)

Presenta una planta rectangular, orientada de noreste a sureste, y el recinto está amurallado. El muro que mejor se conserva es el noroeste, y mide 18,70 m. de longitud, alcanzando los 4 m. de altura en una de las esquinas. Tiene entre siete y ocho filas de sillares en la parte más alta y de tres a cuatro en la más baja. Los sillares son de piedra caliza, de 1,5 m. de longitud y presentan un aspecto almohadillado. En el interior se halla un aljibe de 6,30 m. de longitud y 2 m. de anchura.

Parte más visible del muro almohadillado del recinto ibérico
(foto: archivo propio)

Se encontró como material asociado al recinto, fragmentos de cerámica pintada con decoración geométrica, típica ibérica, además de terra sigillata romana.
La forma de tratar el muro en esta fortificación ibérica de Larva, de forma almohadillada como se ha dicho, tiene otros ejemplos repartidos por la geografía provincial: la muralla de "Cerro Miguelico" en Torredelcampo, o la más conocida muralla ciclópea en el mismo casco urbano de Ibros, son los casos más importantes.


Vista desde el Castellón hacia el NE. Al fondo, Sierras de Quesada y Cazorla
(foto: archivo propio)




El asentamiento está íntimamente vinculado al corredor del Río Guadiana Menor, que pone en comunicación el valle alto del Guadalquivir con los vecinos altiplanos de Guadix y Baza. Se trata por tanto de un asentamiento estratégico desde el punto de vista geográfico y de  las comunicaciones, con funciones de vigilancia y control del paso, ya que las posibilidades agrícolas del territorio son limitadas. Su posición, en lo alto del cerro, viene a refrendar esta hipótesis.
En 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural.



Bibliografía:

- Ureña Portero, Gabriel. Jaén, Tierra de Castillos. Jaén, 2004.
- VVAA. Jaén, Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.