Iglesias de Jaén. Antigua Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación de LAHIGUERA


Interior de la antigua Iglesia de Ntra. Sra. de la Consolación de Lahiguera
(foto: archivo propio)

Como jiennense que soy, sé perfectamente del carácter abierto y amable de los míos, pero desde luego es algo que compruebo cada vez con mayor frecuencia en mis "safaris" fotográficos por la Provincia. De nuevo en Lahiguera pude ser testigo de la afabilidad de la gente de Jaén, curtida por los siglos en esta tierra de paso. 
Era una tarde calurosa de mediados de Julio, aparqué mi coche junto a la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, "la de arriba", que estaba cerrada, y pregunté a una vecina que pasaba por allí en ese momento si conocía a alguien que pudiera dejarme las llaves de la iglesia para fotografiarla en su interior. Me indicó amablemente la puerta a la que debía de llamar, calle abajo, y me dispuse a hacerlo, no sin cierto reparo, pues no me gusta molestar a la gente, y menos a esas calurosas horas. Don Luis Zafra me abrió la puerta, era la persona que andaba buscando, un hombre de mediana edad, de aspecto bondadoso, que se ofreció sin ningún tipo de reparo a enseñarme el templo. Es más, acabada la visita, se mostró dispuesto a mostrarme también la iglesia "de abajo", ofrecimiento que no rechacé por supuesto. Mi más sincero agradecimiento a Don Luis por su gesto desinteresado, por desvelarme los entresijos de la historia del edificio y por su preocupación por el estado de conservación de la parroquia, que no es bueno precisamente, por lo que aprovecho también para dar un toque de atención a las autoridades competentes para que empiecen a poner remedio.

LA IGLESIA DE NTRA. SRA. DE LA CONSOLACIÓN
 
Esta iglesia se construyó a finales del siglo XV y estaba vinculada en su origen al castillo de la Tercia, cuyos escasos restos se conservan junto a ella (concretamente un muro perimetral de escasa altura de lo que hubo de ser una gran torre del homenaje). El templo serviría de capilla al citado castillo.

Restos del castillo de la Tercia junto a la iglesia parroquial
(foto: archivo propio)


Presenta el edificio planta rectangular, de una sóla nave, aunque con sendas capillas laterales también rectangulares a la altura de la cabecera que sobresalen de la planta salón y superan en longitud al propio presbiterio, que queda de esta manera retranqueado en el exterior. Cubre la estructura un bello artesonado mudéjar en madera, de par y  nudillo, con cinco tirantes ornamentados con lacerías que apoyan en canes, siendo el resto de la estructura sobria en decoración. Se aprecia también el estilo mudéjar en los arcos de medio punto, en ladrillo visto, que separan las capillas laterales de la nave, así como en otros restos arquitectónicos en los muros perimetrales.

Artesonado mudéjar. Iglesia de Ntra. Sra. de la Consolación de Lahiguera
(foto: archivo propio)

Del siglo XVII es el coro, que se sitúa a los pies del templo, de vigas lisas que apean sobre puente transversal que a su vez apoya sobre zapatas de madera y una columna de orden toscano de gran basa en el centro.
Durante la guerra civil se destruyó el retablo mayor que presidía el llamado Señor de las Aguas. En 1949 se sustituyó por otro que preside desde entonces el Señor de la Capilla, nombre con el que también se denomina esta iglesia.


Coro en alto a los pies de la iglesia
(foto: archivo propio)


Retablo mayor de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Consolación
(foto: archivo propio)


Señor de la Capilla, crucificado que preside el retablo mayor
(foto: archivo propio)


En el exterior, destaca la única portada del templo, lateral, situada en el lado de la Epístola, probablemente del siglo XVII. Es de líneas muy sencillas a la par que clásicas, adintelada, con pilastras toscanas que sostienen un entablamento muy sobrio, carente de decoración. Sobre el conjunto, un ventanal también adintelado. Este muro presenta un aparejo regular de sillares de piedra, y dos grandes arcos de ladrillo ciegos, de los cuales el de la derecha abarca la citada portada. Esto puede dar idea de la intención original de hacer un templo a tres naves, que finalmente quedó en una sola, puesto que estos arcos son continuación del que da acceso a la capilla lateral.

Portada lateral del templo
(foto: archivo propio)

La torre-campanario actual, que sustituye a una espadaña derruida a principios del siglo XX, se comenzó a levantar en 1956, culminándose al año siguiente. Su base es cuadrada y posee dos cuerpos. En el primero, de mayor longitud, se abren óculos dispuestos verticalmente en la caña y enmarcados por sencilla moldura. El segundo cuerpo está achaflanado para dejar hueco en las esquinas a cuatro pinaculillos, mientras en sus caras se abren parejas de ventanas de medio punto para albergar las campanas. Se remata con chapitel piramidal de color rojo.


Interior del campanario. Hueco de la escalera
(foto: archivo propio)


Don Luis Zafra en el interior del cuerpo de campanas
(foto: archivo propio)


Vista del campanario de la iglesia
(foto: archivo propio)




Bibliografía:

- VVAA. Guía artística de Jaén y su Provincia. Jaén, 2005.
- VVAA. Jaén, Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.



¡Gracias Torrequebradilla!


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A finales de este pasado mes de Septiembre, me sorprendió gratamente el recibir un correo de Manuel Aguilar, de Torrequebradilla, en el que me proponía acudir a su pueblo, coincidiendo con la celebración de las fiestas en honor a su patrona, la Virgen del Rosario, para exponerles a los vecinos un pequeño manifiesto en defensa del que quizás sea su legado patrimonial más importante.
Desde que cree este humilde blog sobre Jaén, este paraíso nuestro que tantas cosas nos ofrece y que por desgracia tanto desconocemos, mi única meta ha sido mostrar sus maravillas. Y veo hoy con satisfacción que mi objetivo se cumple con creces, pues son muchos los jiennenses que, como Manuel, se han acercado a curiosear a este rincón en la red dedicado al Santo Reino: “Jaén desde mi Atalaya”.
Y fue precisamente un artículo que escribí acerca de la casa-palacio de los Condes de Torralba lo que llamó la atención de Manuel Aguilar, que se ponía en contacto conmigo para agradecerme la defensa que hacía de este inmueble que tanta ruina amenaza, sorprendiéndose de que una persona ajena al pueblo pudiera apreciar lo que muchos no son capaces de ver: su valor histórico y artístico. Porque este antiguo edificio no es un viejo caserón, es antiguo, que no viejo, y en eso hay una sustancial diferencia. Las cosas viejas las desechamos, las antigüedades las conservamos. Y este palacio merece conservarse por muchos motivos, ya no sólo por su valor histórico o artístico, también por el sentimental, pues el más anciano de los "churrianeros", este palacete rural, lleva formando parte de sus vidas desde hace siglos.
Mi agradecimiento por la cálida acogida que tuve por parte de Manuel Aguilar, su madre, Isabel, y sus amigos y amigas, todos ellos seriamente implicados en la defensa del patrimonio de su pueblo. Mi ánimo y apoyo desde aquí para que consigan sus propósitos y que veamos pronto comenzar las obras de rehabilitación de este singular edificio.

¡Gracias Torrequebradilla!




MANCHA REAL rinde culto a su Patrona, Nuestra Señora del Rosario

Nuestra Señora del Rosario en su capilla de la Iglesia Parroquial de San Juan Evangelista
Mancha Real
(foto: archivo propio)

Capilla de Nuestra Señora del Rosario. Retablo, altar e imagen de la Patrona de Mancha Real
(foto: archivo propio)

HISTORIA DE UNA DEVOCIÓN

La devoción en Mancha Real por la Virgen del Rosario se remonta  a los primeros años de la fundación de la villa allá por el siglo XVI.
Los Dominicos, que tenían sede en los conventos cercanos de Jaén y La Guardia, fueron los responsables de la difusión del culto al Rosario por los pueblos de las inmediaciones. Existió en la primitiva "Manchuela" una Cofradía de la Virgen del Rosario que, sin embargo, no tenía aprobados sus estatutos. En 1571 el Prior del Convento de Dominicos de Santa Catalina Mártir de Jaén, fray Francisco Venegas, designa visitador a fray Fernando Montaños, autorizándole para extender la devoción en torno al Rosario y fundar cofradías para su culto allí donde hubiera parroquia, en las villas de la Manchuela, Los Villares, Noalejo, La Guardia, Villanueva... La de Nuestra Señora del Rosario sería la quinta Cofradía que se fundara en la Parroquia de San Juan Evangelista de La Manchuela. Montaños deja incluso una imagen para su culto, procedente del Convento de Dominicos de Jaén, "con corona de hojalata, resplandor y rosario, y de una vara de alta". Sería en 1590 cuando son aprobadas las Ordenanzas de la Cofradía por parte del provisor Licenciado Olea.
El 7 de Octubre de 1571 tuvo lugar la famosa batalla de Lepanto que enfrentó a los cristianos (Liga Santa formada por España, Venecia y el Pontificado) contra los turcos. La victoria se atribuyó a la intercesión de la Virgen del Rosario, por lo que poco tiempo después su fiesta se instituyó el día de la batalla. En Mancha Real, el Cabildo de la villa, reunido el 25 de Octubre de este año, decide "que se haga solemne fiesta en honor de Nuestra Señora del Rosario, para agradecer a Dios Nuestro Señor la victoria obtenida bajo su amparo".
Es también en este año de 1571 cuando se decide levantar una ermita en el lugar conocido como la "Casería Castillo", en el antiguo camino hacia Pegalajar y Granada, en donde existía una cruz de piedra o humilladero. La falta de recursos económicos impide la construcción de la ermita, por lo que se decide levantar una capilla en el incipiente templo de San Juan Evangelista, en el lado de la Epístola y junto al presbiterio, que es la capilla actual de la Patrona de Mancha Real. La capilla se finaliza en 1671, siendo consagrada a Nuestra Señora del Rosario y acudiendo a la solemne función religiosa el Cabildo de la villa en pleno.
A partir de este momento se acrecienta la devoción por la Virgen, pues a ella se dirigen las rogativas públicas por sequías -como la de 1765 en que la imagen se saca en procesión por este motivo-, epidemias, guerras y otros desastres, aunque también en momentos de regocijo el pueblo de Mancha Real se congrega en torno a Ella.
En 1854, en sesión celebrada por el Excelentísimo Ayuntamiento el día 14 de Septiembre, se habla ya de las Fiestas en honor a la Virgen del Rosario. En 1863 se pide autorización al gobernador Civil para fijar las fiestas en los días en torno al 7 de Octubre. La fiesta religiosa era pagada por el Ayuntamiento, según consta en el acta de 21 de Septiembre de 1890. A partir de 1892, en las actas municipales se le da a la Virgen del Rosario el título de Excelsa Patrona
Llegamos así a los luctuosos sucesos de la Guerra Civil española. En 1937 la imagen anterior, al parecer de la escuela de Sebastián de Solís, renombrado escultor jiennense del siglo XVI, es destruida. En 1939, el escultor granadino José Navas Parejo realiza otra talla de candelero de la Virgen y el niño, siendo así la primera imagen recuperada tras la contienda, al igual que el retablo de su capilla.

Talla antigua de Ntra. Sra. del Rosario de Mancha Real en una fotografía anterior a 1936.
Aparece en su trono en el interior de la Iglesia Parroquial de San Juan Evangelista

Desde entonces, Mancha Real sigue honrando a su Patrona cada 7 de Octubre, si bien hubo un periodo en que las fiestas de la localidad fueron trasladadas al mes de Agosto, concretamente desde el año 1972 hasta el año 2000, cuando, tras consulta popular y mayoría aplastante, las fiestas vuelven a Octubre. No obstante, el 7 de Octubre nunca ha dejado de celebrarse, y hay que recalcar que las fiestas de Agosto siempre han estado dedicadas a la Patrona, con fiesta religiosa solemne en su honor el día 15 de este mes.
La ofrenda floral el día de la víspera a la puerta de la Iglesia, y la "monidura" (ver artículo relacionado en este blog), misa y procesión el día de la festividad constituyen los actos principales de estas fiestas. El trono de Nuestra Señora del Rosario es primorosamente portado en la procesión por un nutrido grupo de mujeres manchegas, pues nadie mejor que ellas para pasear con gracia y devoción a la Reina de Mancha Real. 
 
Imágenes de la procesión de Nuestra Señora del Rosario
Mancha Real, 7 de Octubre de 2011

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Fotografías: Jesús Molina Gimeno



Bibliografía:

- Del Águila Ayllón, Francisco Manuel. Apuntes históricos de la Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario, Patrona de Mancha Real. En La Plaza, revista parroquial, Octubre 2007.

- Troyano Viedma, José Manuel. Mancha Real. En Revista Sumuntán. Nº 5, 1995.