En los Fogones de Jaén. SOPA DE MENUDILLO

Hoy cocinaremos en nuestros fogones un primer plato muy típico de nuestra provincia: "Sopa de menudillo".



Foto: María Cristina Gimeno Ramos


Ingredientes:

- Un cuarto de menudillos de pollo.
- Una cebolla.
- Tres cucharadas soperas de aceite de oliva virgen.
- Unas cuantas rebanadas de pan duro.
- Sal.
- Un litro de agua.
- Un huevo.


Modo de hacerlo:

En una paila, cacerola, se pone el aceite y cuando esté caliente se añade la cebolla partida en trocitos y se "pocha", cuidando de que no se queme. A continuación se añaden los menudillos, ya salados, en trozos, y se refríen. Una vez refritos se le echa el litro de agua y la sal. Cuando los menudillos estén tiernos se le pone las rebanadas de pan muy finitas y el huevo batido y se sirve bien caliente. Esta sopa seguro que os hará entrar en calor y es muy fácil de hacer.


Buen provecho



Arquitectura Civil en Jaén. El Ayuntamiento de NOALEJO


Ayuntamiento de Noalejo
(foto: archivo propio)

En el número 1 de la espaciosa Plaza de España de la localidad de Noalejo, situada al Sur de la Provincia de Jaén, rozando ya el límite con la vecina de Granada, se levanta este singular edificio elegante y de buena traza que, en realidad, no fue diseñado como casa consistorial.

UN POCO DE HISTORIA

Se construyó a finales del siglo XVI y principios del XVII como priorato bajo la advocación de la Asunción. Un priorato era un establecimiento monástico, de menor entidad, que estaba bajo el amparo y dependencia de una abadía. En este caso, este pequeño priorato dependía de la Abadía de Alcalá la Real. Para entender esta situación es necesario retroceder en el tiempo unas décadas hasta la propia fundación de la villa en la primera mitad del siglo XVI. Dicha fundación se hizo a instancias de Doña Mencía de Salcedo, dama noble al servicio de la Emperatriz Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, que poseía un rico y extenso patrimonio en estas tierras del sur de Jaén y norte de Granada. De esta manera, Noalejo nace siendo villa de señorío, condición que no perderá hasta bien entrado el siglo XIX. Por otra parte, esta zona había sido durante la Edad Media tierra de frontera entre cristianos y nazaríes y, tras la Reconquista, se produjo un conflicto jurisdiccional entre los obispos de los reinos de Jaén y Granada, interesados en la adscripción de la nueva parroquia. El conflicto se solventó en 1568 encargando cautelarmente la tutela espiritual y religiosa de Noalejo a la cercana Abadía de Alcalá la Real, dependencia que se mantuvo hasta la supresión de la misma en 1851, pasando dicha tutela a manos del obispado jiennense. No obstante, el edificio pasa a ser Casa del Concejo a comienzos del siglo XVIII. Ha sufrido dos reformas desde entonces, una en 1845 y la más reciente de 1983.


Fachada del Ayuntamiento de Noalejo
(foto: archivo propio)


EL EDIFICIO

Está hecho a base de sillarejo irregular, y dotado de tres cuerpos o plantas, de menor altura la superior que se asemeja a una cámara, destacando la gran cornisa volada en madera. Se cubre con teja árabe a dos aguas. Los vanos son adintelados y, aunque de diferentes tamaños, se disponen a eje. Destaca la portada principal, de aspecto eclesial, con puerta enmarcada por pilastras. Sobre ella, un vano destacado enmarcado por una moldura decorada con bolas, y rematando una hornacina-venera con la imagen de San Francisco de Paula, devoción particular de la fundadora de la villa, Doña Mencía de Salcedo. El primer piso cuenta también con un balcón corrido, seguramente añadido posteriormente, para que los munícipes puedan comunicarse con el pueblo o presidir actos públicos. Destaca en el lateral una pseudotorre que alberga el reloj municipal y en altura la espadaña con campana, rematada por clásico frontón triangular con pináculos.
Es en conjunto un edificio armónico, singular por la particularidad de incorporar los más recientes elementos arquitectónicos propios de la tradición civil y municipalista con los primigenios religiosos.


Portada principal del Ayuntamiento
(foto: archivo propio)


San Francisco de Paula en la hornacina central
(foto: archivo propio)


Espadaña y reloj del Ayuntamiento de Noalejo
(foto: archivo propio)



Bibliografía:


- VVAA. Jaén, Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.




Por los Pueblos de Jaén. ALBANCHEZ DE MÁGINA


Vista de Albanchez desde la carretera que conduce al pueblo desde Jimena. La localidad, coronada por su castillo, tiene como telón de fondo las montañas nevadas de Mágina
(foto: archivo propio)

ALBANCHEZ DE MÁGINA

Escudo de Albanchez de Mágina
Localización: En el Sur de la Provincia de Jaén.
Comarca: Sierra Mágina
Superficie: 39,2 km2.
Población: 1.186 hab. (2015)
Densidad: 30,25 hab./km2.
Altitud: 862 m.
Límites: Al N. con Jimena, al E. con Bedmar, al S. con Huelma, al SO. con Cambil, al O. con Torres.
Gentilicio: albanchecino/a
Distancia a la capital: 45 km.
Aldeas: Hútar
Accesos: J-3105 (Jimena); J-3107 (Torres).




Vista de Albanchez de Mágina con su castillo sobre los riscos
(foto: archivo propio)

Iglesia parroquial y castillo al fondo
(foto: archivo propio)

Albanchez de Mágina es de esos pueblos coquetos y sorprendentes que nos ofrece esta tierra jaenera. Coqueto, porque, a pesar de la belleza de su paisaje, se esconde entre los repliegues de los riscos serranos, y no se deja ver hasta que una cómplice curva de la carretera lo muestra ya casi llegando al pueblo. Sorprendente, porque es inevitable quedar boquiabierto ante el espectáculo que ofrece uno de los mejores ejemplos en Jaén de la adaptación de lo humano al medio natural. Albanchez tiene uno de esos emplazamientos envidiables, en alto, mostrando al valle su blanco caserío que contrasta con el telón de fondo pétreo que corona un anciano castillo, del cual te preguntas incesantemente cómo pudo ser construido allí, en tan empingorotado risco. En fin, misterios de esta serrana población que tanto tiene que ofrecer al visitante y que suma a sus encantos patrimoniales y naturales el propio carácter amable y desinteresado de sus habitantes. Esto es algo que ya sabía, me refiero al carácter de los albanchecinos, pues en mi etapa como profesor en el instituto de mi pueblo, Mancha Real, pasaron por mis manos alumnos y alumnas de este entrañable Albanchez cuyos rasgos más llamativos eran su sencillez y nobleza. Recuerdos desde estas líneas para Manolo, José Antonio, Rosa, los hermanos Francisco y María Luisa y los hermanos Lázaro y Marco. Mis disculpas, si alguien se me olvida.
Y..., o bien tengo mucha suerte y en mis rutas fotográficas por la Provincia me voy topando siempre con gente excelente, o es que verdaderamente la gente de Jaén es buena por naturaleza. Pues sí, me volvió a ocurrir en Albanchez. Esta vez fue Don Miguel Muñoz el que guió amablemente mis pasos en mi visita al pueblo, que no obstante no era la primera, pues ya había estado en otras ocasiones, aunque bien es cierto que sin cámara fotográfica. A Don Miguel, que seguramente tendría otros quehaceres más importantes que atenderme a mí, no le importó enseñarme el interior de la Iglesia parroquial, y una vez hubimos terminado, se ofreció a mostrarme también el interior de la torre del reloj del pueblo, para lo cual tuvo que subir a su casa a por las llaves. Llegamos, por cierto, a tiempo de escuchar las campanadas del mediodía y pude así comprobar in situ el funcionamiento del mecanismo de este reloj decimonónico que tantas horas ha marcado en la vida cotidiana de Albanchez. Mi más sincero agradecimiento a Don Miguel por su gesto desinteresado.
Cuando me disponía a marcharme, hasta el policía local, que debió verme cara de forastero, me dirigió la maniobra para desaparcar el coche y cortésmente me indicó la salida del pueblo. En fin, detalles humanos de un Albanchez que lo tiene todo: es bonito, de buenas gentes y, muy importante también, de buen yantar. En esto último se lleva la palma el capítulo de repostería. 
Por cierto, una recomendación: transiten por la plaza del Ayuntamiento para deleitarse con el olor a pan y dulces recién hechos que sale de la panadería de la esquina. Y, claro está, para hacer la gracia completa, entren, entren a comprar...

Albanchez de Mágina desde su castillo.
Valle del río Albanchez y al fondo la vecina localidad de Bedmar
(foto: archivo propio)

SITUACIÓN GEOGRÁFICA Y ECONÓMICA


Campos de olivares a los pies de Albanchez.
A la derecha, la impresionante mole del monte Aznaitín (1740 m.)
(foto: archivo propio)


El término municipal se extiende en la ladera Norte de las montañas más elevadas de Sierra Mágina y, siguiendo el curso del río Albanchez, se desparrama hacia las zonas de orografía más suave de la campiña en el margen izquierdo de la cuenca del Guadalquivir. Dos terceras partes de su término municipal se engloban dentro de los límites del Parque Natural de Sierra Mágina.
La zona Sur del municipio es muy montañosa, no en vano se encuentra aquí el techo de la Provincia de Jaén: el pico Mágina, que se eleva hasta los 2.167 m. de altitud. Abundan aquí los terrenos de elevada pendiente, roquedo de tipo calizo y derrubios de ladera ("rastras" le llaman los serranos), destacando en vegetación el matorral y el pastizal, ya que el pinar y el encinar son escasos.
Sólo un tercio del término municipal está cultivado, la parte nororiental, en torno al río Albanchez y su cuenca, ya por debajo de los 800 m. de altitud. Aquí se dan los cultivos de huerta, muy productivos, y el olivar, que es la base de la economía de esta población (dos tercios de los empleados declaran ser propietarios de pequeñas explotaciones). Se trata, pues, de una estructura agraria muy familiar. Las actividades no agrarias se reducen al comercio minorista y la hostelería. El turismo, aprovechando los recursos naturales del municipio, ha hecho tímidamente aparición en los últimos años, contando Albanchez con un buen hotel rural en el paraje natural de Hútar, así como un cámping situado en la carretera que conduce a Jimena.
La población del municipio tiende al envejecimiento, con más ancianos que jóvenes y más defunciones que nacimientos. Por otro lado, muchas viviendas están abandonadas o son de tipo secundario, es decir, de individuos que poseen casa y quizás algunas tierras en el municipio, pero que viven y trabajan fuera.

Vista de Albanchez de Mágina desde la carretera de Torres
(foto: archivo propio)

Ayuntamiento de Albanchez de Mágina
(foto: archivo propio)


HISTORIA

El testimonio arqueológico más antiguo en el término municipal de Albanchez se encontró en la Cueva de los Esqueletos, en el paraje de las Zorreras, correspondiente a un enterramiento múltiple de la Edad del Cobre-Bronce (II Milenio a.C.) compuesto de varios esqueletos, dispuestos en semicírculo y armados de flechas de punta de pedernal. El descubrimiento fue incluso recogido en la popular obra de Don Manuel de Góngora Antigüedades Prehistóricas de Andalucía.
De época Romana nos han llegado algunos "tesorillos" o conjuntos de monedas, como los del Barranco de San Román  y de Hútar.
Los primeros siglos de la Edad Media son oscuros. No se tiene certeza del momento en que el actual asentamiento de Albanchez comienza a poblarse. Sí se sabe que la primera muralla construida data del siglo XI y que estaría por encima de las actuales casas que bordean la peña del castillo. Éste último es una construcción posterior, posiblemente del siglo XIV, obra cristiana que sustituiría a otra anterior de origen musulmán.

Una calle típica de Albanchez de Mágina, con el castillo al fondo
(foto: archivo propio)

En 1309 Fernando IV concede la villa a la Orden de Santiago, que creó la Encomienda de Bedmar y Albanchez, cuya presencia perduró, con intervalos, hasta el siglo XIX. Albanchez dependió de Bedmar hasta que el infante don Enrique de Aragón la hizo villa independiente por privilegio dado en Valladolid el 18 de noviembre de 1419, confirmado con posterioridad por otros reyes.

Escudo de la Orden de Santiago en el interior de la Iglesia parroquial
(foto: archivo propio)

Tras la reconquista se produjo un aumento demográfico auspiciado por las medidas y movimientos repobladores y el desarrollo de una economía de marcado carácter agrario, tipo de economía de subsistencia que, ya entrada la Edad Moderna, fue la responsable de la propia decadencia económica del municipio, a lo que se suma el estado de ruina que presentaba el castillo en esta época o el hundimiento del techo del templo parroquial a finales del seiscientos.
El siglo XVIII y primera mitad del XIX significó un tímido intento de recuperación. Así lo demuestra la reconstrucción de la iglesia. Aunque el hecho más significativo fue la definitiva desaparición de la Encomienda santiaguista gracias a medidas como la Desamortización de Mendizábal de 1836. Pero el siglo XX trae de nuevo los fantasmas del paro y el hambre, provocados por la incapacidad de salir de la economía de autoconsumo, y el aislamiento y las malas comunicaciones. Todo ello provocó una lenta pero implacable sangría migratoria de la que aún no se ha recobrado el municipio.


MONUMENTOS

Castillo


Castillo de Albanchez de Mágina
(foto: archivo propio)

Terraza almenada del castillo de Albanchez que comunica con el torreón más alto del conjunto.
(foto: archivo propio)

Aunque se trata de un recinto de pequeñas dimensiones, su posición hace que sea insexpugnable por su difícil acceso, hoy en día más cómodo gracias a una escalinata que bien parece desde abajo una escalera al cielo. Es una obra cristiana de principios del XIV, situada algunas decenas de metros más arriba de los restos de una fortificación anterior, posiblemente musulmana. El castillo estuvo ligado a la Orden de Santiago, como se ha dicho. Consta de un alcazarejo, realizado en mampostería, que engloba dos núcleos, siendo el superior, en forma de torreón rectangular de dos plantas, más grande. No obstante, el reducido espacio del conjunto del recinto hace pensar en la escasa capacidad para albergar tropas o enseres, aunque fue una construcción inestimable en época medieval para el control de los valles serranos y el acceso a otras plazas cercanas: Bedmar, Jimena, Huelma, Bélmez...

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Fachada principal de la Iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción de Albanchez de Mágina
(foto: archivo propio)


Vista del interior del templo parroquial
(foto: archivo propio)

De traza renacentista es esta pequeña iglesia dividida en tres naves separadas por arcos formeros de medio punto que apoyan en grandes columnas toscanas. La cubierta es a dos aguas, con un bello artesonado en madera, mientras que la cabecera del templo se cubre con bóveda de medio cañón. El exterior es sobrio, presentando dos sencillas portadas de arco de medio punto, una en el lado del Evangelio, la principal, y otra en el lado de la Epístola, denominada "del Sol". Completa el conjunto una espadaña de tres vanos que alberga las campanas. Debido a las similitudes estructurales y estilísticas con otros templos de la provincia, en especial con el de la vecina localidad de Bedmar, se atribuye su construcción al arquitecto marteño Francisco del Castillo "el Mozo".
Para más información acerca de este monumento, véase el artículo en este mismo blog: La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Albanchez de Mágina.


Portada llamada "del Sol" del templo de la Asunción de Albanchez de Mágina
(foto: archivo propio)


Torre del Reloj


Es una construcción de planta cuadrada, hecha de mampostería irregular, con sillares reforzando las esquinas. Este detalle nos lleva a pensar que quizás se trate de un torreón de la antigua muralla de Albanchez, que en el siglo XIX fue reutilizado como torre del reloj añadiendo una estructura de hierro fundido con campana que hoy la corona y que data de 1883.


Torre del Reloj de Albanchez de Mágina
(foto: archivo propio)


Mecanismo del Reloj en el interior de la torre
(foto: archivo propio)


FIESTAS Y TRADICIONES


San Francisco de Paula, patrón de Albanchez de Mágina, 
que tiene capilla propia en la iglesia parroquial
(foto: archivo propio)


Albanchez de Mágina rinde culto a su patrón, San Francisco de Paula, a principios de Mayo. En las fiestas patronales hay una curiosa tradición: la Procesión de los Hachones, el día 3 por la noche, en la que los participantes portan los hachones o teas de esparto verde encendidas mientras se reza el Rosario. Al día siguiente, el día 4, durante la procesión del Santo, las gentes arrojan trigo desde los balcones en agradecimiento por la cosecha y en rogativa por la venidera. No en vano, San Francisco de Paula es para los albanchecinos protector de las cosechas y propiciador de la lluvia. También en estas fechas primaverales es típico "cantar los mayos" y bailar la jota de Albanchez.
A partir de las Navidades y hasta el comienzo del verano, el ciclo festivo es muy rico en Albanchez: San Antón, la Candelaria, Semana Santa, San Francisco en Mayo, y San Juan.
Una tradición que cobra fuerza en los últimos años es la del encaje de bolillos, que cuenta en Albanchez con una Asociación propia llamada "Ibn Al-Baytar".
La gastronomía albanchecina es igualmente suculenta, destacando el llamado "guiso de maíz", único en la Provincia, y los "borullos" (variante de los "andrajos" con liebre), y para postre, la "ensalada de melón", las "hojuelas", los "almendrados", los "suspiros"...


Detalles Urbanos:

Pequeña plazoleta y fuente junto a la Torre del Reloj
(foto: archivo propio) 

Quiosco de la música en la Plaza de la Constitución
(foto: archivo propio)


Fuente de los siete caños
(foto: archivo propio)

Plaza de Albanchez con el castillo al fondo
(foto: archivo propio)


Bibliografía:

- VVAA. Jaén, Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.

Enlace de interés:

www.albanchezdemagina.es

 




En los Fogones de Jaén. "Migas de Pan"

Hoy comenzamos una nueva sección que he denominado "En los fogones de Jaén".Mi intención es dar a conocer un poco más la gastronomía de nuestra tierra, lo que cada día se cocina en los fogones de cualquier casa de Jaén. No pretendo inventar nada ni ser innovadora, pero sí que me gustaría que los jóvenes y no tan jóvenes que lean esta sección sigan cocinando como nos enseñaron nuestras madres y que se recuperen platos sencillos de Jaén y de vez en cuando mostrar alguno de otras partes de nuestra Andalucía. Espero vuestras opiniones y aportaciones para enriquecer estas páginas.
Empezamos esta nueva sección con un plato con enjundia, propio de estos fríos días de noviembre: "Migas de pan"

Foto: María Cristina Gimeno

Ingredientes:

-
1 Kg. de pan duro (de varios días).
- Mitad de cuarto de litro de aceite de oliva virgen.
- Una cabeza de ajos.
- Unas tiras de panceta.
- Sal

- Pimientos verdes.
- Dos o tres chorizos de Noalejo.
- Una morcilla de Carchelejo.
- Unas granás.
- Uvas blancas.


Modo de hacerlas:

A primera hora de la mañana se corta el pan en trocitos o en láminas muy finitas y se "espurrean" con agua salada. Se envuelven en una "parella", trapo de cocina, y se dejan reposar hasta la hora de hacerlas. Hay que tener cuidado de no empaparlas demasiado pues podríamos estar cocinando las migas hasta la noche.
En una sartén grande, tipo porcelana, se pone el aceite y se fríen los ajos enteros con la piel y la panceta. Una vez fritos, los ajos y la panceta, se reservan, y en ese aceite se echa el pan y con una buena rasera comenzaremos a darle vueltas sin descanso, para que no se peguen. Cuando lleven ya un buen rato haciéndose, siempre a fuego lento, y veáis que no se pegan, amontonarlas y apretarlas para que se tuesten por abajo y luego volverlas a menear, así hasta que estén listas para comer.
Mientras tanto ir friendo los pimientos, los chorizos y la morcilla, con los que acompañareis luego las migas. Desgranar las granás y lavar las uvas.

Comerlas en la misma sartén, saben mucho mejor, acompañadas de los demás ingredientes y, por supuesto, regadas con un buen vino tinto de Torreperogil.


Buen provecho


Ermitas y Santuarios de Jaén. La Ermita de San Roque de SILES


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Diversas vistas exteriores de la Ermita de San Roque de Siles
(foto: archivo propio)

Imagen de San Roque, patrón de Siles
(foto: archivo propio)

Fue Siles un importante emplazamiento fortificado en la Edad Media, clave en las guerras de frontera contra los vecinos nazaríes del reino de Granada. Poco queda hoy de aquella muralla que protegía a la población y que fue curiosamente costeada por los propios vecinos. Pero el enemigo no siempre se presenta en forma humana y, siglos más tarde, los sileños tuvieron que buscar la protección divina para librarse de los estragos de la epidemia de la peste. Y obtuvieron respuesta favorable, encomendándose a San Roque, cuya celebración tiene lugar el día 16 de Agosto. Y en agradecimiento se edificó una ermita en el siglo XVIII a las afueras de la población.  Aunque bien es cierto que el pueblo, muy devoto de su patrón, tanto ha querido acercarse a él que las casas llegan ya hasta la misma ermita.
Se trata de un edificio sencillo, diría que muy serrano -como el propio pueblo donde se ubica-, por su construcción, y por un precioso artesonado de madera de pino que cubre la única nave del templo y que le confiere ese encantador aire rural. El presbiterio, separado de la nave por arco toral de medio punto, se cubre con bóveda semiesférica sobre pechinas. Aquí se encuentra, en el testero frontal, el retablo de San Roque, en ladrillo visto, de reciente construcción. Fue inaugurado concretamente el 20 de Junio del año 2009 y costeado por la familia Cervera-Vélez. San Roque ocupa la hornacina central, y flanqueándolo, San Antón y San Antonio de Padua.

Interior de la Ermita de San Roque. Nave del templo. 
A la izquierda, retablo de San Isidro Labrador
(foto: archivo propio)


Artesonado de madera de pino de la Ermita de San Roque de Siles
(foto: archivo propio)


Bóveda semiesférica del Presbiterio y Retablo de San Roque
(foto: archivo propio)


Vista del interior de la Ermita de San Roque desde el Presbiterio
(foto: archivo propio)

Exteriormente presenta mampostería revocada y sillares regulares en las esquinas, dos portadas de sencillos arcos de medio punto, una a los pies, precedida de un amplio cobertizo, y otra en el lado de la Epístola, y una pequeña espadaña con campana. Un agradable parquecillo se sitúa junto a la ermita.

Portada del lado de la Epístola
(foto: archivo propio) 


Portada de los pies de la Ermita y cobertizo en madera de pino
(foto: archivo propio)


Espadaña de la Ermita de San Roque
(foto: archivo propio)


Parque junto a la Ermita
(foto: archivo propio)
 
En esta ermita se custodian las calderas de cobre en las que cada 16 de Agosto, festividad del patrón de Siles, se cocina la carne de las reses que han participado en los típicos encierros, repartiéndose en caridad seguidamente entre los asistentes. Se trata de un rito medieval, y uno de los festejos tradicionales de mayor interés antropológico de la Provincia de Jaén.
La caldera antigua databa del año 1576, realizada por un tal Sesarino, de origen napolitano. Un descendiente de éste, llamado así también, la sustituyó por otra en 1853, que actualmente se conserva, aunque de nuevo fue sustituida en 1992 por otra de mayores dimensiones, y costeada por los vecinos de la localidad.

Calderas de San Roque, hechas de cobre, expuestas en el interior de la Ermita
(foto: archivo propio)


Estandarte antiguo bordado con la imagen de San Roque en el centro
(foto: archivo propio)

Cuadro del Ecce Homo en el Presbiterio de la Ermita de San Roque
(foto: archivo propio)

Antigua pila de agua bendita en piedra
(foto: archivo propio)






Personajes Ilustres de Jaén: RAFAEL ZABALETA FUENTES



Rafael Zabaleta Fuentes
 
Hoy, día 6 de Noviembre, hace exactamente 104 años que vino al mundo en un pequeño y serrano rincón de Jaén uno de los grandes pintores de la Historia del Arte español, Rafael Zabaleta Fuentes. 
La grandeza de este pintor no sólo reside en sus cuadros, de una enorme maestría técnica, sino también en su forma de alcanzar la universalidad sin apenas salir de su pueblo natal, Quesada, trasecendiendo lo local mediante la fuerza expresiva de su pintura. Ya en vida, Zabaleta tiene tantos admiradores como el otro gigante de la pintura coétaneo a él, Pablo Picasso, quien también sabe apreciar la personal visión del universo rural del pintor jiennense. El crítico Eugenio D´Ors explica con estas palabras esta veneración ante la obra de Zabaleta: "Ignoro el año en que nació en Quesada, provincia de Jaén, el pintor Rafael Zabaleta. Tal vez un día se escogerá convencionalmente este dato como el principio de la Era en que se consumó una revelación decisiva en la pintura española... Lo característico de este pintor es la brillantez alucinante, la turgente plenitud...". El poeta José Hierro también supo captar en pocas palabras la admiración que despertaban sus cuadros: "Yo creo que él sentía en Solana, pero hablaba en Picasso", haciendo alusión a que su obra reúne, de aquél el sentimiento y el contenido tan ligados a la tierra española, y la visión expresionista, cubista y lumínica del genio malagueño.



BIOGRAFÍA

ORÍGENES Y ETAPA DE JUVENTUD

Rafael Zabaleta Fuentes nace en Quesada el 6 de Noviembre de 1907 en el seno de una acomodada familia burguesa. Su padre, Isidoro Zabaleta, de origen vasco aunque nacido en La Rioja, se había casado con la quesadeña Juliana Fuentes. Tras su infancia en el pueblo, Zabaleta estudia el bachillerato en Jaén, e ingresa en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid en 1927, terminando la carrera en 1931. Al año siguiente, participa en su primera exposición, colectiva, con los alumnos de Bellas Artes. El cuadro con el que concurre, La Pareja, causa muy buena impresión y aparece reproducido en la revista Blanco y Negro. 
En 1935 realiza su primer viaje a París, ciudad que a partir de entonces visitará regularmente, pero nunca para quedarse, pues siempre regresa a su Quesada. Allí tendrá oportunidad de conocer a Picasso, Manuel Ángeles Ortiz o Vázquez Díaz, y se familiarizará con las vanguardias, sobre todo a través de la obra de Van Gogh y Cezanne, que le influyen poderosamente.
En 1939, durante la guerra civil española, Zabaleta es apresado junto con otros miembros del Frente Popular y conducido al campo de prisioneros de Santiago de Calatrava, aunque pronto es liberado.


Autorretrato. 1956. Óleo sobre lienzo. 61 x 50 cm.
Museo Zabaleta (Quesada)


ETAPA DE MADUREZ

Por intermediación del escultor Manolo Hugué, conoce al galerista Aurelio Biosca, quien le abre las puertas de su galería de Madrid para realizar una muestra individual en 1942, a la que concurre con 20 óleos y 2 acuarelas. Durante estos años, Zabaleta comienza a crear la serie Los sueños de Quesada, cuadros oníricos, de un profundo surrealismo, que cosechan un éxito importante, tanto que Camilo José Cela edita un libro en 1963 con el título El solitario y los sueños de Quesada.
Desde que se afinca en Madrid, participa activamente en tertulias, como la del Café de Gijón, dibuja y pinta en el Círculo de Bellas Artes y pasa a formar parte una plataforma de artistas, la "Academia Breve de Crítica de Arte" fundada por D´Ors en 1941. La década de los 40 será de una frenética actividad creadora y expositiva. Participa en exposiciones individuales y colectivas en Madrid, fundamentalmente, y en Barcelona y otras ciudades españolas, mostrando su obra en galerías privadas y en el Museo Nacional de Arte Moderno de Madrid.
En 1947 se publica su primera monografía, realizada por Ramón Descalzo Faraldo. En 1949, cuando en España es ya un pintor consagrado, vuelve a viajar a París, donde visitará a Picasso de nuevo. Su primera exposición individual en el Museo Nacional de Arte Moderno de Madrid tendrá lugar en 1951, con un total de 27 óleos y 34 dibujos. En este mismo año el Ayuntamiento de Quesada le nombra "Hijo Predilecto" de la localidad y le pone su nombre a la calle donde el pintor tiene su residencia. Será entonces cuando se inicien los estudios y proyectos para crear en Quesada un Museo de Arte Contemporáneo.
Los 50 serán los años de su reconocimiento internacional. En 1955 participa en la III Bienal Hispanoamericana de Arte celebrada en Barcelona, donde obtiene el premio de la UNESCO, organismo que adquiere la obra. Participa en la Bienal del Mediterráneo de Alejandría (1955), en la Muestra Internacional en el Pabellón de España de la Exposición Internacional de Bruselas (1958), en la Muestra "Art et Travail" de Charleroi, Bélgica (1958), en la Exposción "La gravure espagnole contemporaine" del Museo Galliera de París (1959), y en la XXX Bienal de Arte de Venecia (1960). Miguel Delibes plasma el sentimiento que despierta cada una de estas muestras: "Para mí Zabaleta es uno de los grandes pintores de este siglo, el mundo rural que Zabaleta levantó con sus pinceles es el que me hubiera gustado levantar a mí con la pluma... Los temores de Zabaleta a ser eclipsado -devorado- por la pintura de vanguardia ya empieza a verse que carecían de fundamento. Él es un grande y como tal pervive y pervivirá".
En febrero de 1960, durante su estancia en Almería, a donde iba con frecuencia a visitar a su gran amigo y pintor Jesús de Perceval, perteneciente a la corriente de los llamados "pintores indalianos", sufre un infarto al corazón. El 24 de Junio de ese mismo año fallece en Quesada tras un derrame cerebral. Dona la mayor parte de su obra a la villa de Quesada, lo que permite en 1963 la creación del Museo Zabaleta, que alberga una colección con más de 100 obras del pintor.


SU OBRA

La obra de Zabaleta se ha incluido dentro de la linea denominada "realismo expresionista español", que arranca con Goya, sigue a través de Isidro Nonell y Gutiérrez Solana y se continúa en Zabaleta.


ETAPA DE DEFINICIÓN DE SU LENGUAJE ARTÍSTICO

Después de un periodo de formación del que se conservan escasas obras, posiblemente desechadas por el propio Zabaleta, la década de los 30 serán años de reflexión y búsqueda de su propia estética. Esta etapa se caracteriza por el eclecticismo y por la pluralidad compositiva influenciada por los maestros de la vanguardia europea, sin destacar todavía los hallazgos personales.
La temática es muy variada, siendo notorias las escenas circenses, de influencia picasiana, y paisajes imaginativos y exóticos. Cezanne y Van Gogh serán también influencias poderosas en esta época.

 
Hombre sentado ante mesa escribiendo. 1932. Óleo. 78 x 58 cm.
Museo Rafael Zabaleta (Quesada)


Tres mujeres desnudas. 1934. Óleo. 92 x 62 cm.
Museo Rafael Zabaleta (Quesada)



Autorretrato sentado con traje azul. 1935. Óleo. 91 x 71 cm.
Museo Rafael Zabaleta (Quesada)


Cazador con salacot y negra en barca. 1941. Óleo. 100 x 80 cm.
Museo Rafael Zabaleta (Quesada)


Arlequín y payaso con careta. 1942. Óleo. 81 x 60 cm.
Museo Rafael Zabaleta (Quesada)

EXPRESIONISMO SOMBRÍO O PERIODO DE DEFINICIÓN DE UNA ESTÉTICA

Esta etapa se puede enmarcar entre 1942 y 1949. Se va definiendo su formulación temática y un lenguaje propio, pero sin producirse un cambio radical con el periodo anterior, es más bien un cambio paulatino.
La obra de Zabaleta adopta tonos sombríos, figuras herméticas, gestos hoscos. La novedad temática es la incorporación de los temas campesinos (la tierra con sus labriegos y sus hombres), urbanísticos (reducidos al ámbito local) y los espacios intimistas (representados en escenas de interiores).
Se trata de una obra recia y fuerte, sin audacias en el color, formas volumétricas bien cuidadas, tonos moderados y disposición equilibrada.

  

Interior campestre. 1944. Óleo. 81 x 100 cm.
Colección particular

Retrato de mujer sentada con traje negro. 1944. Óleo. 80 x 64 cm.
Museo Rafael Zabaleta (Quesada)


Desnudo de mujer y autorretrato. 1945. Óleo. 100 x 85 cm.
Museo Rafael Zabaleta (Quesada)

EXPRESIONISMO RUTILANTE O PERIODO DE SUS GRANDES CONQUISTAS

Esta etapa se corresponde con la década de los años 50. Se caracteriza por acentuar la intensidad del color y buscar la simplificación de las formas.
Las composiciones se ajustan a esquemas geométricos, se incrementa la fuerza cromática hacia el fauvismo, se aleja del sistema perspectivo tridimensional, disminuyendo la profundidad espacial de sus cuadros.
Aparecen las iluminaciones artificiales que caracterizan sus nocturnos, las figuras adquieren rigidez y frontalidad, agudizando el hieratismo y la atemporalidad y las formas se hacen simples, definidas y estilizadas.
El repertorio temático se amplía con matarifes, escenas de playa, faunas, pájaros, desnudos nocturnales, formas antropomorfas y composiciones lineales de pura geometría y rigor abstraccionista.
  

Romeras de Tíscar. 1950. Óleo. 100 x 80 cm.
Museo Rafael Zabaleta (Quesada)



Maternidad. 1952. Óleo. 100 x 81 cm.
Museo Provincial (Jaén)


Campesinas. 1952. Óleo. 81 x 100 cm.
Museo Rafael Zabaleta (Quesada)


Familia campesina. 1957. Óleo. 81 x 100 cm.
Museo Rafael Zabaleta (Quesada)


Jardín del museo. 1957. Óleo. 81 x 100 cm.
Museo Rafael Zabaleta (Quesada)


La vieja y la niña. 1957. Óleo. 81 x 65 cm.
Museo Rafael Zabaleta (Quesada)


 El Sátiro. 1958. Óleo. 64 x 81 cm.
Museo Rafael Zabaleta (Quesada)


"SUEÑOS DE QUESADA"

El nombre es debido a Eugenio D´Ors, que fue el que expuso por primera vez esta obra en Barcelona en 1942. Se trata de una serie temática ejecutada en pincel, utilizando el procedimiento de agua-tinta. Son un total de 35 dibujos esquemáticos y fuertemente contrastados en blanco y negro, realizados en los años 30. Sus tamaños aproximados son de 30-35 x 25-30 cm.
La temática es un conjunto de impresiones depositadas en el subconsciente, resultado de visiones de su niñez o de situaciones anímicas posteriores. El carácter surrealista es evidente. Los temas son: el mundo, el demonio y la carne.



"No son dragones, no"
(en referencia a la I Guerra Mundial)

"Meditación por la descarnada señora muerte"
(evocación atormentada del sexo y la muerte)
 
Bibliografía:

- VVAA. Enciclopedia General de Jaén. Málaga, 2008.
- VVAA. Jaén, Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.


Enlaces de interés:

- www.museozabaleta.org (Museo Rafael Zabaleta, Quesada)
- www.fundacionzabaleta.org (Fundación Zabaleta)