Castillos y Atalayas de Jaén. Las torres Mocha y del Reloj de PEAL DE BECERRO


Vista parcial de Peal de Becerro desde el Sur. 
En el punto más elevado de la población, las torres Mocha (izqda.) y del Reloj (drcha.)
(foto: archivo propio)

Peal de Becerro se encuentra en el Este de la Provincia de Jaén y es la puerta natural de entrada a la Sierra de Cazorla. Cuenta el municipio con un valioso patrimonio histórico en el que destaca sin duda la cámara sepulcral de Toya, de época ibérica, que se ha conservado en perfectas condiciones. Pero en esta ocasión nos ocuparemos de su patrimonio medieval, del que han llegado hasta nosotros un par de torreones que pertenecieron al antiguo castillo de la población y que constituyen la seña de identidad del perfil urbanístico de Peal de Becerro.

UN POCO DE HISTORIA

Efectivamente, estas dos torres ocupan el lugar más elevado del casco urbano, sobre un montículo que domina la población.
Peal de Becerro pudo ser una pequeña alquería en época islámica, de poca importancia habida cuenta de la cercanía de Toya, que desde época ibérica constituyó una ciudad importante que se mantuvo, con altibajos, hasta el dominio musulmán de la Península. De hecho, Peal no aparece mencionado aún entre los lugares conquistados por el Arzobispo de Toledo Ximénez de Rada en la década de los 30 del siglo XIII.aparece años después, en 1257, en el documento en el que el Arzobispo don Sancho, hijo de Fernando III, hace donación a la villa de Quesada de ciertas aldeas y castillos de la zona, entre ellos, Peal. Tras la conquista, el lugar pasa a formar parte del Adelantamiento de Cazorla, un amplio territorio bajo el gobierno de los prelados toledanos. 
Serán los cristianos los que concedan cierta entidad a este pequeño núcleo de población y construyan el castillo de Peal, posiblemente sobre los restos de una anterior edificación militar islámica en madera. El recinto tenía una planta alargada, y del mismo han sobrevivido las dos torres que nos ocupan, llamadas "del Reloj" y "Mocha", de planta cuadrada, del tipo "homenaje" y que, situadas en los extremos de la fortificación, servirían para dominar bien los puntos débiles extramuros. Además, en caso de invasión del castillo dificultarían el ataque a una u otra desde el patio de armas al protegerse mutuamente con fuego cruzado.
La existencia de la fortaleza fue relativamente pacífica, a excepción de algunos asedios como el ocurrido en 1361 en que fue saqueada e incendiada en una razia protagonizada por tropas musulmanas del vecino reino de Granada.
Todavía en las primeras décadas del siglo XX era posible contemplar algunos otros restos de la fortificación, hoy desaparecidos. Las torres fueron declaradas Bien de Interés Cultural en 1985. En 1987 la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, ante su estado de avanzado deterioro, llevó a cabo una restauración por el procedimiento de emergencia dirigida por el arquitecto Luis Carlos Gutiérrez Calatrava, que resultó modélica en cuanto a su rigor y tratamiento: consolidación de bóvedas y construcción de azotea para la evacuación de aguas, reparación de cerramientos exteriores e interiores, reposición de piezas y carpintería exterior y acondicionamiento del exterior y zonas de acceso.

TORRE DEL RELOJ 


Torre del Reloj
(foto: archivo propio)

La torre del Reloj es tardía, erigida a finales del siglo XIV. Tiene unos doce metros de altura por algo más de seis metros de lado. De planta cuadrangular y hasta cuatro niveles o pisos, se asienta sobre zócalo de roca, correspondiendo el nivel inferior al aljibe. Su sillería no es totalmente regular, y presenta vanos abiertos tardíamente donde antes hubo saeteras. La entrada sí es la original y se encuentra a nivel de la segunda planta, a 3,80 m. del suelo. En la zona superior, el almenado, que es el original, se conserva bien, así como unos balcones con función de matacanes situados en el centro de tres de las caras de la torre. En el lado Noreste el matacán fue destruido para colocar un reloj que le dio nombre a la torre. Hoy se presenta reconstruido y el reloj es de factura moderna. Como dato curioso, una de las piedras mandileras del matacán Sureste tiene una singular decoración en forma de espiga.
 

Matacán sureste. Torre del Reloj de Peal de Becerro
(foto: archivo propio)

  
TORRE MOCHA


Torre Mocha
(foto: archivo propio)

La torre Mocha resulta menos airosa que la del Reloj, debido en parte a que la entrada a la misma se realiza a un nivel intermedio a través de la plaza en la que se encuentran estas construcciones. La altura de la torre por sus caras Sureste y Suroeste es bastante considerable. Mide unos siete metros de lado, y está construida en sillarejo que muestra marcas de cantería. Tiene sus esquinas reforzadas a soga y tizón, y está rematada con canes que sostenían balcones amatacanados como su compañera, hoy desaparecidos. Los diferentes niveles reciben luz de ciertas saeteras, escasas en número (dos por cada lado). No tiene almenado, de ahí el nombre que recibe esta torre. La entrada se realiza por una puerta estrecha de arco apuntado que apoya sobre impostas.
Su construcción debió realizarse entre los siglos XIII y XIV y a lo largo del tiempo se le fueron adosando construcciones parasitarias que distorsionaron su imagen, en la actualidad suprimidas tras las restauraciones acometidas.

Puerta de acceso a la Torre Mocha
(foto: archivo propio)


Vista de la Torre Mocha por su parte Sur
(foto: archivo propio)


Auditorium

La Torre Mocha y la Torre del Reloj conforman un singular espacio urbanístico en la Plaza Cronista Cazabán, complementado por un Auditorium para actividades culturales y lúdicas al aire libre, diseñado por Isicio Ruiz Albusac.

Auditorium junto a las torres y la iglesia parroquial. Peal de Becerro
(foto: archivo propio)


Bibliografía:

- Eslava Galán, Juan. Castillos y Atalayas del Reino de Jaén. Jaén, 1999.
- Ureña Portero, Gabriel. Jaén, Tierra de Castillos. Jaén, 2004.
- VVAA. Jaén. Pueblos y Ciudades. Jaén, 1998.


 

En los fogones de Jaén. RIN RAN DE CAZORLA

El Rin Ran es un plato típico de la Sierra de Cazorla desde tiempos antiguos, muy extendida por otras zonas rurales de nuestra geografía andaluza para los jornaleros del campo por su bajo coste, y ahora muy acorde con la crisis que vivimos. Éste es un plato polivalente que se sirve como tapa, entrante, acompañante de otros o como plato principal. Cuenta la tradición que cuando se preparaba el rin-ran en el campo siempre llovía.
Gracias a Anita Labesa, que muy gustosamente me ha cedido su receta de rin-ran. Ella nos prepara este plato, típico de su tierra, para servirla como tapa en la caseta parroquial en la feria de la Virgen del Rosario en Mancha Real. Sirva como homenaje para todas aquellas mujeres que persisten en mantener sus tradiciones y platos típicos de estas tierras de Jaén.


Foto: Mª Cristina Gimeno Ramos

Ingredientes:

-  Un kilo de patatas.
-  Cuatro o cinco "ñoras" o pimientos choriceros.
-  Dos trozos grandes de bacalao desalado y desmigado.
-  Un diente de ajo.
- Un vaso, de los de vino, de aceite de oliva virgen extra denominación de origen “ Sierra de Cazorla”.
-  Media cucharadita, de las de café, de cominos molidos.
-  Una cebolleta.
-  Dos huevos cocidos.
-  Aceitunas sin hueso (opcional).

 
Modo de hacerlo:

Se cuecen las ñoras y las patatas, con poca sal, y se guarda agua de la cocción. 
En el vaso de la batidora ponemos los pimientos cocidos , el diente de ajo, el aceite y los cominos y lo batimos todo con un poco de agua de la cocción.
Este majado lo revolvemos con la patata chafada con un tenedor y con el bacalao desmigajado.
Picamos la cebolleta y los huevos cocidos y mezclamos con el revuelto anterior.
Por último añadimos las aceitunas, si queremos.
Este plato se sirve frío y lo podemos presentar con las aceitunas verdes o negras y en unas rebanadas de pan.

Buen Provecho
 
 


El Centro de Interpretación de la Cultura Romana de ARROYO DEL OJANCO

Centro de Interpretación de la Cultura Romana
ARROYO DEL OJANCO


¿CÓMO LLEGAR?

Este espacio museístico se halla en la localidad de Arroyo del Ojanco, en la Comarca de la Sierra de Segura, en el NE de la Provincia de Jaén.
El Centro se encuentra en la Calle Bolea, que sale de la misma Carretera Nacional 322 Córdoba-Valencia, que cruza el pueblo, en el punto kilómetrico 214. Si vamos en dirección a Albacete, dicha calle sale a la izquierda un poco después de pasar la Iglesia y el Ayuntamiento, que están a nivel de carretera. Si vamos en dirección Jaén, la calle queda a la derecha unos centenares de metros después de haber entrado en el casco urbano. Existe un pequeño cartel que lo anuncia. Reconoceremos el lugar por el singular portón de acceso, de frontón triangular sobre columnas toscanas, al modo clásico.

LA VILLA ROMANA "DE LOS BAÑOS"

Arroyo del Ojanco es la localidad más joven de la comarca de la Sierra de Segura. Por dos motivos. En primer lugar por su reciente fundación. A finales del siglo XIX no era más que un conjunto de cortijadas. En el censo de población de 1900 arrojaba una cifra de 119 habitantes. Pero ese pequeño núcleo creció vertiginosamente a lo largo del siglo XX. En los años 50, comienzan a darse los primeros pasos en pos de la segregación de su municipio matriz, Beas de Segura, del que conseguirá independizarse finalmente con el nuevo siglo, concretamente en el año 2001, siendo así el municipio de más reciente creación de la Provincia de Jaén. En la actualidad, Arroyo del Ojanco es una de las localidades más prósperas de la comarca, y de las de mayor población: 2.522 hab. (2011). 

¿Cómo se explica, por tanto, la presencia de un Centro de Interpretación de la Cultura Romana en un municipio tan joven?

Se han encontrado restos arqueológicos de gran antigüedad en los alrededores de Arroyo: prehistóricos, de la época ibérica y romanos. Precisamente estos últimos constituyeron una sorpresa mayúscula cuando en los años ochenta se descubrió, con motivo de una plantación de olivos que se iba a acometer, una villa de grandes dimensiones en el llamado Cortijo "de los Baños", hoy abandonado, situado en el entorno de la aldea de Los Guijalbas, a unos 2,5 km. al Sur de Arroyo del Ojanco. El acceso no es complicado. Hay que coger un carril de tierra bien adecentado que permite la circulación de turismos que sale de la Nacional 322 a la derecha (dirección Albacete) unos centenares de metros antes de llegar al casco urbano de Arroyo del Ojanco. No obstante, allí no queda ya nada. Tras la intervención arqueológica de urgencia llevada a cabo en 1985, el yacimiento se tapó.

Ruinas del Cortijo de los Baños. En primer término, explanada donde aparecieron
los restos más importantes de la villa romana. 
Los olivos que aparecen fueron plantados tras la ocultación del yacimiento en 1985.
(foto: archivo propio)

La villa constituyó un centro de explotación agropecuaria, de grandes dimensiones ya en su última época. Hablamos de una existencia dilatada de la misma, entre el siglo I d.C. y el siglo V d.C. Se encuentra en una zona de muy suave pendiente, junto a un arroyo, el Arroyo del Ojanco, y a escasos 3 km. en línea recta del Río Guadalimar. Transcurría también muy cerca, aproximadamente a 1,5 km. de la villa, y prácticamente coincidiendo con el actual trazado de la Nacional 322 en esta zona, la calzada denominada "Camino Cartaginés" que enlazaba la zona alta de la Bética con Cartago Nova y el SE de la Península.
Además de la función ya mencionada, con dependencias para el ganado, almacenes, molinos, alfar, etc., la villa contaba con una zona residencial de lujo, a tenor de los restos encontrados. Entre los mismos hay que destacar un magnífico mosaico con motivos decorativos geométricos y animales. La villa disponía incluso de baños, cementerio, y se ha constatado la existencia de calles pavimentadas.

Fiel reproducción del mosaico que se encontró en la Villa romana "de los Baños" en 1985,
y que podemos contemplar en el Centro de Interpretación
(foto: archivo propio)
 
Precisamente la villa romana "de los Baños" es la razón de ser del Centro de Interpretación que se ha construido en la misma población de Arroyo del Ojanco con objeto de dar a conocer los modos de vida de esta cultura.


EL CENTRO DE INTERPRETACIÓN 
DE LA CULTURA ROMANA

Patio que da acceso a las diferentes dependencias del Centro de Interpretación
(foto: archivo propio)

El 16 de Noviembre de 2007 se inauguraba en la localidad este espacio temático dedicado a la cultura romana, dentro del Plan turístico "Sierra de Segura, el 5º Elemento" auspiciado por la Junta de Andalucía
La entrada al Centro de Interpretación se hace a través del mencionado portón rematado por frontón triangular. El patio que da acceso a las dependencias es un amplio lugar en el que encontraremos algunos elementos singulares: un enorme reloj de sol, una reproducción de una excavación arqueológica, una reproducción de un bajorrelieve en el que se representa el oficio de ceramista...

Reloj de sol, con numeración romana, en el patio del Centro de Interpretación
(foto: archivo propio)

Al fondo del patio, a mano derecha, se encuentra la denominada "Domus Romana", que se pretende se convierta en referente de la restauración provincial para ofrecer, entre otras propuestas gastronómicas, especialidades culinarias relacionadas con el mundo romano.
A mano izquierda está el edificio donde se encuentra la exposición permanente del Centro de Interpretación. Lo primero que nos llamará la atención será la sonrisa de la encargada del espacio museístico, la señorita Juani Quintana, que nos recibirá solícita en la recepción para ofrecernos cualquier información sobre el centro e incluso de tipo turístico acerca del municipio, de la comarca de la Sierra de Segura y del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas. 

Reproducción de un ánfora de aceite. Centro de Interpretación de Arroyo del Ojanco
(foto: archivo propio) 

El Centro está concebido como una muestra interpretativa de la época romana que tantas huellas ha dejado en los alrededores del municipio: Villa romana de "los Baños", el Puente "Mocho"...
Consta de dos salas en las cuales a través de reproducciones, paneles con información alusiva a la época y una pequeña proyección, se intenta ilustrar al visitante durante su recorrido sobre el legado cultural romano en general y en particular en Arroyo del Ojanco.

 .
Diversas vistas de las salas del espacio expositivo
(foto: archivo propio)

Desde que fuese inaugurado el Centro de Interpretación de la Cultura Romana, sus magníficas y amplias instalaciones han servido como escenario para celebrar las "Jornadas de Cultura y Gastronomía Romana", que tienen lugar anualmente a mediados de agosto, y que van ya por su V edición, consolidándose año tras año como un referente de las celebraciones culturales de la comarca de la Sierra de Segura. Las actividades son muy variadas, destacando los pasacalles, mercado, degustaciones gastronómicas, juegos, representaciones teatrales y musicales, charlas y conferencias, todo ello teniendo como centro la cultura romana, por lo que veremos a los habitantes del pueblo vestidos de época, resultando unas jornadas muy pintorescas y vistosas.


Para más información:

Cultura y Gastronomía Romana. Arroyo del Ojanco, "Camino Cartaginés"   (Blog del Centro de Interpretación)


     

En los fogones de Jaén. MANITAS DE CERDO EN SALSA.

Como bien sabemos, del cerdo se aprovecha hasta los andares. Hoy cocinaremos eso, unas patas o manitas de cerdo en salsa, un plato muy sencillo, barato y que con los fríos que se avecinan viene muy bien.

Foto: Mª Cristina Gimeno Ramos

Ingredientes:

- Un kilo de patas de cerdo.
- Una cabeza de ajos.
- Dos hojas de laurel.
- Unos granos de pimienta.
- Sal.
- Medio vaso de aceite de oliva virgen.
- Una cebolla.
- Un pimiento verde.
- Dos tomates maduros.
- Una cucharada de harina o de Maizena.
- Azafrán. 
- Colorante alimentario.
- Un vaso de vino blanco. Si es de Lopera, mejor.


Modo de hacerlo:

Escogeremos unas manitas no muy grandes y que el carnicero nos las parta al menos en cuartos. Cocemos las patas de cerdo en una cacerola con agua, la cabeza de ajos, el laurel, la pimienta y un poco de sal, durante una media hora.
Mientras, podemos ir haciendo la salsa. En una sartén ponemos el aceite y hacemos un refrito con la cebolla, el pimiento y los tomates. A este refrito le añadimos el vino, un poquito de azafrán y una cucharada de maizena, disuelta en un poco de agua de la cocción de las patas. Podemos también añadir un poco de colorante alimentario.
Por último le agregamos las patas y dejamos cocer un poco, rectificando de sal.

Buen provecho


 


Por los pueblos de Jaén. FRAILES


FRAILES

Escudo de Frailes
Localización: en el SO de la Provincia
Comarca: Sierra Sur
Superficie: 41,38 km2.
Población: 1.648 hab. (2014)
Densidad: 39,82 hab./km2. 
Altitud: 974 m.
Límites: al N. con Valdepeñas de Jaén, al S. y al O. con Alcalá la Real, al E. con Noalejo y al SE. con la Provincia de Granada.
Gentilicio: Frailero/a
Distancia a la capital: 79 km.


Vista parcial de Frailes desde la carretera que conduce a Valdepeñas de Jaén
(foto: archivo propio)

Lo que quizás más llame la atención del visitante que se acerque a este pueblo de la Sierra Sur jiennense es el intenso diálogo que Frailes mantiene con la naturaleza. En primer lugar, el agua, que asoma por doquier en forma de frescas fuentes, que corre ligera entre las casas blancas regando algo más abajo encantadoras huertas. No se entiende Frailes sin el agua, que es como decir su propia sangre, pues el agua es vida y da vida. La naturaleza invade Frailes a través del agua y salpica de vegetación el caserío, que en la lejanía es verde y blanco, muy andaluz, muy árabe... Pero Frailes sorprende por más cosas, por su arquitectura, por sus barrios, por la tranquilidad que se respira, por su aire limpio, y por sus gentes, sus gentes auténticas, educadas en la sencillez, sinceras.
Frailes mira al Sur. Parece no ser de Jaén. No tiene las referencias visuales que tenemos "los del Valle". Frailes sigue manteniendo más apego al viejo reino de Granada. No digo con esto que no se sientan jiennenses, pero bien es cierto que me dio esa ligera sensación. Y es que siempre me ha parecido delicado el tema de los límites provinciales que tenemos en la actualidad, límites decimonónicos, trazados desde la centralidad de la Villa y Corte con las lógicas consecuencias que ello acarrea.
Pregunté a una mujer de avanzada edad, que iba de regreso a su casa después de hacer algunas compras, por dónde se iba a la ermita de San Antonio. Le expliqué que estaba haciendo unas fotografías, y al observar que no era del pueblo, me interrogó a su vez por mi procedencia.
- De Mancha Real -le dije-, cerca de Jaén -puntualicé presto por si la anciana no se ubicaba.
- ¡Ah, de la capital! Entonces vienes de muy lejos.
Sonreí, pensando en las diferentes percepciones que las distintas generaciones tienen de las distancias y del tiempo que se tarda en recorrerlas.
- Tienen un pueblo muy bonito, limpio y muy bien cuidado -añadí.
- ¡Ea! -exclamó la anciana con orgullo-. No tendremos muchas cosas, pero aquí se vive muy bien.
Y tan bien, pensé. Frailes es de esos pueblos en el que su calidad de vida se refleja fácilmente en la longevidad y lozanía de sus habitantes. Y tenía una buena muestra de ello delante de mí.
La señora se despidió afablemente de mí. Tenía cierta prisa por llegar a casa y comenzar a preparar la comida porque ese día venían sus hijos a visitarla.
- Viven en Granada, ¿sabe usted? Aquí al lado...
Jaén no está cerca, pero desde luego tampoco lo está Granada. Unos 20 km. de diferencia entre ambas capitales. El apego, que les decía antes...
Hacía una mañana radiante. Los colores de las cosas se mostraban intensos. Bajé una pronunciada cuesta, en busca del arroyo y del barrio de Almoguer, mientras me alegraba enormemente que Javier de Burgos hubiera incluido dentro de los límites provinciales estas vertientes meridionales de Alta Coloma. Frailes es un punto a favor de esta Jaén nuestra.


SITUACIÓN GEOGRÁFICA Y ECONÓMICA

Paraje cercano a la población donde se aprecian los cultivos de vid y olivo
(foto: archivo propio)

Enclavada en la Sierra de Alta Coloma, perteneciente al macizo Subbético que bordea la Provincia de Jaén por su parte sur y este, Frailes es, junto con Alcalá la Real, el municipio más meridional de la misma, más cerca ya de la capital granadina que de Jaén. El término municipal se cierra por el norte en un semicírculo montañoso de considerable altura (el pico de La Martina es la máxima elevación con 1553 m.) que da origen a un abanico de arroyos y riachuelos que convergen en dirección sur en la llamada "Nava de los Frailes". Es ésta una zona más llana y fértil de tierras arcillosas (en contraposición al sustrato calizo de la zona montañosa aludida), abundante en surgencias kársticas que alimentan las ricas huertas y a los mencionados cursos de agua, entre los que destacan el propio Río de Frailes y el Arroyo de La Martina, tributando sus aguas este último al primero dentro de la propia población. 
La disposición del término municipal ha dificultado tradicionalmente las comunicaciones con la capital, mientras que las ha favorecido con la vecina Granada. 

Vista parcial de Frailes con el edificio y torre del Ayuntamiento en primer término
(foto: archivo propio)

Aunque el grueso de la población (algo más de 1.500 hab.) se concentran en el núcleo principal, existe una importante población diseminada en diversas cortijadas, repartidas fundamentalmente en las franjas central y meridional del municipio, que se corresponden con las zonas agrícolas. El olivar es el cultivo principal, seguido de la vid (son famosos en la provincia los vinos de Frailes) y el cultivo del espárrago verde. Las huertas son también abundantes por la abundancia de agua. En la zona montañosa destacan el encinar, matorral y pastizal. La actividad industrial tiene escasa incidencia en la población activa de Frailes, mientras que el turismo rural se ha consolidado en los últimos años gracias a los variados recursos que ofrece esta bella población de la Sierra Sur jiennense.

Vista general del barrio "de la Iglesia". En primer término, huertas sobre el río Frailes
(foto: archivo propio)


HISTORIA

Es muy probable que Frailes tenga us origen en la época islámica, cuando debió ser una pequeña alquería cuyos habitantes aprovechaban los abundantes recursos hídricos para regar sus huertas. Esta zona fue conquistada por los cristianos a mediados del siglo XIV. A la conquista de la vecina Alcalá la Real en 1341 siguió de inmediato la fundación por parte de Alfonso XI de una Abadía de patronato real. Aunque sigue siendo solamente una hipótesis, el nombre de la población haría quizás alusión a un grupo de monjes que se establecerían en este lugar en el marco de un procedimiento habitual que este tipo de instituciones llevaba a cabo para controlar de forma efectiva su territorio. Sabemos, por ejemplo, de la existencia de un priorato dependiente de la Abadía de Alcalá la Real en Noalejo, por lo que podría haber existido otro en Frailes, situado más cerca de Alcalá que Noalejo. El mencionado procedimiento tenía como objetivo crear nuevos asentamientos en lugares depoblados, con lo cual crecía y se diversificaba la producción. En cualquier forma, Frailes debió de crecer a partir de la definitiva conquista de Granada, a finales del siglo XV, una vez que hubo pasado el peligro de incursiones nazaríes. Las cifras de población hablan por sí sólas, pues en 1495 Frailes contaba con 24 vecinos, es decir, unos 100 habitantes tan sólo.
Uno de los episodios más famosos de los convulsos tiempos de frontera fue el fallido asalto al castillo de Moclín por parte del Condestable de Jaén Don Miguel Lucas de Iranzo, quien en Noviembre de 1463 acampó en las Navas de los Frailes con 900 soldados a caballo, 800 ballesteros y 1.500 lanceros.
La Edad Moderna estará marcada por la dependencia como aldea a Alcalá la Real. Tras un breve periodo durante el trienio liberal (1820-23) en que Frailes se segregó de su municipio matriz, la definitiva independencia no llegaría hasta 1.836, ya en el reinado de Isabel II. Frailes afronta por estos años una brutal epidemia de cólera que deja mermada la población. La recuperación demográfica y económica no vendrá hasta la segunda mitad del siglo XIX, época en la que además se crea el balneario de Frailes, al que acudieron ilustres personajes como el escritor y diplomático granadino Ángel Ganivet.


Retrato de Ángel Ganivet. 
José Ruíz de Almodóvar. 1898. Museo de Bellas Artes de Granada


MONUMENTOS

Para empezar a hablar del patrimonio frailero, habría que considerar en primer lugar el conjunto de la población en sí. Y es que Frailes conserva un delicioso entramado urbanístico de evidente herencia islámica que se adapta perfectamente al entorno. Ello se plasma en la irregularidad del trazado de las calles, que se ajustan a la especial geografía del emplazamiento (pendientes, cursos de agua), dando lugar a un casco urbano caótico dividido en tradicionales barrios impuestos por las mismas condiciones geográficas mencionadas. Así, los barrios de la Iglesia, Nacimiento, Almoguer, Mecedero y Hondillo ofrecen cada cual unas características morfológicas propias pero con puntos en común como son la estructura de las viviendas, preferentemente encaladas y de dos a tres alturas, el serpenteado de las calles, la omnipresencia del agua, ya sea en forma de río o manantial, y la abundante vegetación. Precisamente el transcurso del Río Frailes y el Arroyo de La Martina por el pueblo ha determinado la construcción de varios puentes que unen los diferentes barrios y tienden lazos de vecindad entre los habitantes de este bello pueblo.


Arroyo de La Martina desde uno de los puentes de la localidad. Al fondo, la ermita del Calvario
(foto: archivo propio)

Fuente Elvira, uno de los muchos nacimientos de Frailes
(foto: archivo propio)

Calle de las Cuevas, junto al río Frailes
(foto: archivo propio)

Iglesia Parroquial de Santa Lucía

El edificio actual es el resultado de una ampliación que a finales del siglo XVIII se practicó a una pequeña ermita construida a mediados del siglo XVI por los alarifes Domingo y Gregorio Ruíz a instancias de la Abadía de Alcalá la Real. Jacinto Pérez fue el responsable de dicha ampliación, dadas las necesidades de una feligresía en expansión en esos momentos. En 1996 se acometió otra profunda reforma que ha acabado prácticamente por borrar en el interior los pocos signos estilísticos de la fábrica original. No obstante, resulta una construcción interesante. Destaca como elemento fundamental la torre de sillería, del siglo XVI, en la que se adivina la pervivencia del gótico en uno de los ventanales, de arco apuntado. Se encuentra en la parte de la cabecera del templo.

Torre campanario de la Iglesia Parroquial de Santa Lucía de Frailes
(foto: archivo propio)

Portada de la Iglesia de Santa Lucía
(foto: archivo propio)

Interior del templo de Santa Lucía
(foto: archivo propio)

Otros monumentos de interés

Siguiendo con la arquitectura religiosa, posee Frailes un buen número de ermitas, a pesar del pequeño tamaño de la localidad. Se trata de construcciones populares, sencillas, de pequeñas dimensiones en todos los casos. En la misma población se encuentran las de San Antonio y San Pedro, esta última en la salida ya hacia la carretera de Valdepeñas de Jaén. Dominando el pueblo y en el cerro del Calvario, se encuentra la ermita del mismo nombre.

Ermita de San Antonio (Frailes)
(foto: archivo propio)

Ermita de San Pedro (Frailes)
(foto: archivo propio)

Ermita del Calvario (Frailes)
(foto: archivo propio) 
 
Dentro de la edilicia doméstica cuenta la población con buenos ejemplos de arquitectura ecléctica de la primera mitad del siglo XX. Destaca la casa del médico Don Fermín Medina, en la que sobresalen las torres-mirador que enmarcan la fachada, que luce por cierto buenos ejemplos de rejería. La casa del Deán Ezequiel Mudarra posee una sobria fachada de tres pisos con una disposición de vanos muy simétrica.

Detalle de la casa del médico Don Fermín Medina
(foto: archivo propio)

Fachada de la Casa del Deán Mudarra
(foto: archivo propio)


FIESTAS Y TRADICIONES

Frailes celebra a su Patrona, Santa Lucía, el día 13 de Diciembre, con misa y procesión por las calles de la localidad. Dadas las fechas invernales de su onomástica, las fiestas de la población se celebran a principios de Agosto para facilitar así la asistencia de los hijos de Frailes emigrados
Últimamente se ha recuperado la festividad de San Pedro (29 de Junio), patrón de Frailes, así como otras festividades algo olvidadas, gracias al empeño de algunos fraileros deseosos de guardar sus tradiciones. Es el caso de la Candelaria, o la Semana Santa, en la que se realizan representaciones teatrales de la Pasión en las que participan muchos vecinos, constituyendo una interesante muestra del rico folclore de la Sierra Sur jiennense. Se celebran también dos romerías, una la de la Santa Cruz, el 3 de Mayo, en la cortijada de Los Rosales. La otra es en honor de la Virgen de la Cabeza, para lo cual los vecinos se desplazan a la ermita homónima situada en la aldea de Hoya del Salobral, en término de Noalejo.
Va ya por su XVI edición la celebración de las fiestas del vino, que se han consolidado en los últimos años y adquirido gran relevancia, destacando los actos gastronómicos y culturales que tienen lugar cada mes de Abril en torno a este peculiar producto de la tierra. 
Completan el acervo frailero unas interesantes muestras de canciones y danzas populares, entre las que destacan la jota y la malagueña de Frailes.
La gastronomía es muy variada por esta zona. El "remojón" es una peculiar ensalada de inspiración árabe. Y aquí,  al gazpacho andaluz se le unen a sus tradicionales ingredientes pan de higo y habas verdes. "Pollo en pepitoria", tortillas de "collejas" y de "cardillos", "encebollao de bacalao" y los tradicionales potajes u "ollas", harán las delicias de los paladares más exigentes. De postre, unas "guindas en aguardiente", sin olvidar el rico queso de cabra que se elabora en la localidad, y para beber los vinos artesanales y el "arrisoli".   
 

Santa Lucía, patrona de Frailes
(foto: archivo propio)

Imagen de San Pedro en el interior de su pequeña ermita
(foto: archivo propio)


Bibliografía:

- VVAA. Jaén, Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.

Enlaces de Interés:

- Ayuntamiento de Frailes 
- Frailespatico (Portal Digital Informativo de Frailes)