El Palacio de la Encomienda o Casa de la Inquisición en CHICLANA DE SEGURA


Fachada de la Casa de la Encomienda o de la Inquisición de Chiclana de Segura
(foto: archivo propio)

UN POCO DE HISTORIA

Chiclana de Segura domina el valle medio del Guadalimar desde una posición elevada, coronando una muela en la que los musulmanes edificaron una inexpugnable fortificación que más tarde los cristianos ampliarían.
Nada queda de aquel castillo salvo algunas piedras y el recuerdo, pero su posición estratégica le valió a Chiclana ser cabecera de una de las Encomiendas de la Orden de Santiago después de la conquista de este emplazamiento por Fernando III a finales de 1226 o principios de 1227. Efectivamente, la Encomienda de Montizón-Chiclana tuvo su sede aquí, y sus comendadores, entre los que cabe citar al poeta-guerrero Jorge Manrique, tenían su residencia en el castillo.

Vista de Chiclana desde el emplazamiento de su antiguo castillo
(foto: archivo propio)

El 5 de Marzo del año 1566 acaeció un triste suceso del que nos da cuenta el informe sobre la villa en las Relaciones Topográficas mandadas hacer por el rey Felipe II. Según el texto, entre las 11 y 12 de la noche se desprendieron unas rocas sobre las que se asentaba el castillo, destruyendo 15 casas, matando a 30 personas e hiriendo a otras 20. Este hecho dejó definitivamente en ruina la fortaleza, que fue abandonada. Los comendadores trasladaron su residencia entonces al centro de la villa, a un palacete que se construirá en los años siguientes (siendo comendador Don Jerónimo de Cavanillas, que ejerció el cargo de 1550 a 1593) y que para 1575, año de la redacción de las Relaciones, ya debía estar finalizado, pues se dice que la villa cuenta con una casa de la encomienda que es tercia, donde se recogen los diezmos de vino y cereal que los habitantes entregaban a la Orden de Santiago. De ahí su primera denominación, Palacio o Casa de la Encomienda.
En cuanto a la segunda, "Casa de la Inquisición", hace referencia al hecho de que este edificio representara paralelamente la justicia divina en Chiclana. En la segunda mitad del siglo XIII Beas de Segura se convierte en cabecera de una Vicaría vere nullius con jurisdicción también sobre la villa de Chiclana, por lo que el poder eclesiástico en ambas poblaciones lo ejercía el vicario, dependiente exclusivamente del Prior de Uclés, sin estar sujeto por tanto a jurisdicción diocesana alguna. Se trataba de un privilegio que disfrutaban los territorios de Órdenes Militares. 

EL PALACIO DE LA ENCOMIENDA O CASA DE LA INQUISICIÓN

Calle Real, en donde se sitúa la Casa de la Encomienda (a la izquierda en la fotografía)
(foto: archivo propio)

En el número 15 de la Calle Real, en el corazón del núcleo medieval de Chiclana, se levanta este edificio de planta trapezoidal, justo debajo de la roca sobre la que en otro tiempo se elevara el castillo de la localidad.
La fachada principal es el elemento de mayor interés artístico. Realizada en cantería de sillares regulares, en ella se abren la portada y vanos en los laterales, todo ello en perfecta simetría.
La portada, centrada en el muro, es estrecha y estilizada y se divide en dos cuerpos. En el inferior presenta arco de medio punto (convertido hoy en un vano adintelado) sobre impostas y ménsula en la clave, enmarcado por pilastras acanaladas con capiteles corintios que descansan sobre altos plintos. Sostienen un sencillo entablamento. Centrada en el mismo y sobre la puerta, cruz de la Orden de Calatrava sobre cartela, y a los lados ménsulas labradas que sujetan el balcón superior. En el segundo cuerpo, frontón partido adornado con bolas en las esquinas sobre pinaculillos, y en el centro vano adintelado con balcón, enmarcado por pilastras cajeadas que sostienen un pequeño entablamento. Se remata con frontón curvo partido, con volutas en los extremos y de nuevo bolas en las esquinas. Sobre el vano y a eje, cruz de la Orden de Calatrava inscrita en un tondo y una pluma y una espada a los lados.

Portada de la Casa de la Encomienda
(foto: archivo propio)

En los laterales de la portada, y a igual distancia de la misma, se abren dos pares de vanos adintelados (dos ventanales en el lado derecho, puerta y ventanal en el izquierdo), colocados a eje entre sí. Repiten esquemas decorativos similares a los de la portada principal, aunque invertidos. El vano inferior se remata con el frontón curvo descrito, mientras que el superior lo hace con cornisa con bolas y pinaculillos en los extremos.

Remate de la puerta y ventanal del lado izquierdo de la fachada
(foto: archivo propio)

El patio, también de planta irregular, posee tres pisos, separados por voladizos. En el piso inferior, columnas de orden toscano sostienen zapatas y vigas de madera, propias de la época.

Patio de planta trapezoidal de la Casa de la Encomienda
(foto: archivo propio)

¿UNA CRUZ DE LA ORDEN DE CALATRAVA EN UNA CASA DE LA ENCOMIENDA E INQUISICIÓN EN TERRITORIO SANTIAGUISTA?


Cruz de la Orden de Calatrava sobre la ménsua de la clave del arco de la puerta,
algo deteriorada en su parte superior por la inclusión de un balcón en época posterior.
Casa de la Encomienda. Chiclana de Segura
(foto: archivo propio)
 
Me llama poderosamente la atención un detalle de la portada de este edificio, y es la inclusión de hasta dos cruces de la Orden de Calatrava en la misma, una sobre la puerta principal y otra rematando la fachada. No se trata de un error, es claramente la representación de la Cruz de Calatrava. Pero, ¿qué hace en esta importante edificación de una villa que perteneció a la Orden de Santiago?
La primera hipótesis, muy poco probable, sería la de una confusión del maestro tallista. De haberse producido tal error, seguramente la cruz hubiese sido sustituida de inmediato.
Buceando un poco en la Historia, la única explicación plausible para la presencia de este símbolo en la fachada de esta casa viene de la mano de un personaje de relevancia como es Don Sancho de Sandoval Guerrero, aristócrata nacido en Beas en 1580, Caballero de la Orden de Calatrava y que fue Familiar del Santo Oficio de la Inquisición, Regidor de Beas y Alcalde de la Santa Hermandad de esta villa. Emparentado con el Duque de Lerma -valido de Felipe III- e íntimo amigo de Francisco de Quevedo (con el que mantuvo por cierto una abundante correspondencia), este noble tuvo grandes influencias en la corte española del primer tercio del siglo XVII.
Si se ha reparado en los cargos que ostentaba Sandoval, entre ellos destacan los de Caballero de la Orden de Calatrava y Familiar del Santo Oficio. El grado de notoriedad que adquirieron los Familiares de la Inquisición en esta época fue bastante elevado, dado que dicho cargo, en origen discreto, fue frecuentado cada vez más por nobles y caballeros que vieron en él una fuente de prestigio y privilegios. Si a esta circunstancia le sumamos el hecho de que en la época pecado y delito eran una misma cosa, de lo cual se deduce la confusión de competencias que muy a menudo se producía entre lo civil y lo religioso (valga como ejemplo la propia casa que nos ocupa), todo ello podría explicar la presencia de la cruz de Calatrava en la portada de Chiclana, allí colocada probablemente por Sandoval, pues no sería descartable que la dicha portada y ventanales, de un lenguaje ya barroco, fueran el resultado de unas obras de embellecimiento de la fachada de esta casa promovidas por este noble en la primera mitad del siglo XVII en un gesto de mecenazgo a la vez que de demostración de poder sobre la población rural que controlaba y vigilaba.

Bibliografía:

- Ortega Rubio, Juan. Relaciones Topográficas de los Pueblos de España. Madrid, 1918.
- VVAA. Jaén. Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.


Iglesias de Jaén. Iglesia de San Bartolomé de VILLARRODRIGO


Fachada principal (meridional) de la Iglesia Parroquial de San Bartolomé de Villarrodrigo
(foto: archivo propio)

Situado en el extremo Nordeste de la Provincia de Jaén, este lejano pueblo situado en las estribaciones de las sierras de Segura y Alcaraz, es tan andaluz como manchego. A pesar de su pequeño tamaño, atesora un importante patrimonio histórico-artístico, destacando el viejo y desmochado torreón de su antiguo castillo y una coqueta iglesia parroquial bajo la advocación de San Bartolomé que guarda en su interior la mejor obra retablística de la comarca y una de las más valiosas de la provincia.

UN POCO DE HISTORIA

Villarrodrigo fue conquistada muy poco tiempo después de producirse la gran batalla de las Navas de Tolosa de 1212, que abrió el Valle del Guadalquivir a las tropas castellanas.
Alcaraz, en el Suroeste de la actual Provincia de Albacete, será conquistada en el año 1213 por las huestes del Arzobispo de Toledo Ximénez de Rada, que desde aquí lanzará una primera campaña de conquista sobre la Sierra de Segura que le permitirá hacerse con Villarrodrigo (llamado entonces Albaladejo) y el valle de Onsares, quedando en manos musulmanas aún por un tiempo las plazas de Génave y Torres.
Por su parte, los santiaguistas hicieron lo propio desde su sede de Uclés, con la intención de conquistar el vecino Campo de Montiel y la Sierra de Segura, ocupando Villarrodrigo en 1217 con una guarnición permanente, hecho que elevará las quejas del Arzobispo ante el monarca, pues además la Orden de Santiago había puesto clérigo propio en la iglesia del lugar.
El pleito se alargará hasta 1240, llegándose a un acuerdo entre ambas partes. En lo civil, Villarrodrigo queda adscrita a la Orden de Santiago; mientras que en lo eclesiástico, su iglesia dependerá del Arzobispado de Toledo, nombrando esta institución al clérigo que la servía aunque con el requisito de ser miembro de la Orden de Santiago. Fernando III sancionará este acuerdo en 1243. Todo ello desembocará más tarde en la creación de la Vicaría de Villarrodrigo, con jurisdicción sobre Torres, Génave y Bayonas (este último lugar despoblado en el siglo XVII y ya desaparecido), cuyos vicarios disfrutarán de amplias prerrogativas dada la lejanía de la cabeza del Arzobispado y el amparo bajo la Orden.

Iglesia de Villarrodrigo desde la terraza del Torreón medieval en el centro del pueblo
(foto: archivo propio)

La pronta conquista y algunos privilegios, como la concesión de la Vicaría, darán ventaja a Villarrodrigo con respecto al resto de poblaciones de la Encomienda de Segura -a la cual pertenecía-, ventaja que se tradujo en una mayor cantidad de población (más que la propia Segura incluso), reflejada en los diferentes censos hasta bien entrado el siglo XVI. Al igual que en otros lugares, no será hasta que el peligro musulmán quede lejos y la población estabilizada cuando comiencen a acometerse proyectos edilicios de mayor embergadura, especialmente de carácter religioso.
Lo que no debió ser más que una ermita durante buena parte de la Baja Edad Media se convierte en Iglesia Parroquial en el último tercio del siglo XV. De hecho, por la primera noticia que tenemos de este templo correspondiente al año 1479, se deduce que para esta fecha el templo ya está construido, o al menos en parte (se aportan muy escasos datos). El documento lo redactan los visitadores de la Orden de Santiago, que hallan por cura de la Iglesia bajo la advocación de San Bartolomé (ya tenía su actual advocación) a Don Diego González.
En la visita de 1495 se hace una descripción mucho más completa: "fueron a visytar la yglesia de la dicha villa que es de la avocación de San Bartolomé, la qual es de tres naves sobre arcos de cantería e de yeso e cumbreras de madera de pino acepillada e tyene un altar mayor ornado de su frontal e manteles e una ymagen de Nuestra Señora de bulto e junto con él está un sagrario de yesería e al cabo de la yglesia está un campanario e al final a él, una tribuna e junto con él unos órganos". Éste debió ser el aspecto original de esta iglesia, con armadura de par e hilera como techumbre, al modo de otros templos de la zona (este grupo de iglesias pertenecientes a la comarca de la Sierra de Segura -Benatae, Génave, Santiago de la Espada, Torres de Albanchez, entre otras-, poseen una tipología única en la Provincia de Jaén, de rasgos levantinos). En esta descripción se advierte también la existencia de un coro (con órganos) y el campanario (¿ya finalizado?), sendos elementos situados a los pies de la iglesia.
En la visita de 1498 se hace una descripción parecida, añadiéndose algunos elementos nuevos, como una imagen de San Bartolomé y un Crucifijo en el altar mayor  junto a la imagen de Santa María; un altar en el lateral derecho con la imagen pintada de San Sebastián, y otro altar con las imágenes de Santa Catalina y San Bernabé. También se había fundado la primera capilla particular por parte del vecino de posibles Juan Rubio de Romero. En 1525 ya había otra de Juan de Aranda.
En la visita de 1554 se dice que "...la capilla prinçipal es de bóveda i yeso". Se trata de un elemento nuevo que no había sido mencionado en las visitas de la Orden con anterioridad. Posiblemente las obras de la capilla mayor se acometieran a mediados del siglo XVI, lo que explicaría el uso de sillares regulares en esta parte en contraposición con la mampostería propia de los muros perimetrales del cuerpo de la iglesia (anteriores), todo ello perfectamente visible desde el exterior. Además, entre las medidas contrarreformistas emanadas del Concilio de Trento se encontraba una mayor atención a la relevancia del altar mayor, recomendando su situación sobre gradas y con un espacioso presbiterio, por lo que entre la segunda mitad del siglo XVI y primera del XVII asistiremos a la modificación de las cabeceras de muchas de estas iglesias para satisfacer esta norma.
En torno al año 1615 la iglesia sufre un devastador incendio, tras lo cual es reparada. Curiosamente, se utilizó para sufragar las reparaciones, entre otras aportaciones, la herencia de un indiano hijo de Villarrodrigo, Martín Sánchez de Moya, fallecido sin descendencia en la ciudad de Guayaquil. El magnífico retablo que hoy luce la parroquia, del año 1636, fue costeado gracias también a dicha herencia.
En los años 50 del siglo XX se llevaron a cabo profundas reformas que desvirtuaron buena parte de la imagen original del templo y que dieron a su espacio interior su configuración actual, en especial, la supresión de la armadura de madera y la construcción de la actual techumbre adintelada en todas las naves.

LA IGLESIA DE SAN BARTOLOMÉ

La parroquia de Villarrodrigo ocupa un emplazamiento singular en el entramado urbano de la población, pues se sitúa en un extremo del mismo, al Sur, en contacto con los campos de labor. Pudo constituir un intento a finales del siglo XV de ordenación del núcleo urbano en torno al poder religioso, aunque finalmente el poder civil de la Orden, encarnado en el torreón que la Encomienda tenía en el lugar, ejerció una mayor influencia. 
El templo tiene una disposición Este-Oeste. Posee planta basilical dividida en tres naves separadas por cinco arcos de medio punto que apoyan sobre pilares. La nave central es más ancha y su mayor altura permite la apertura de unos ventanales circulares que aportan luz al interior. Un gran arco toral de medio punto da paso a la capilla mayor, espacio cuadrado cubierto con bóveda de media esfera sobre pechinas. En los pies del templo se sitúa el coro, en alto, sostenido por dos delgados pilares. En el lado de la Epístola se abre una amplia capilla lateral de Nuestra Señora de Albanchez, patrona de Villarrodrigo. Al fondo de la nave de la Epístola, en los pies junto al coro, se sitúa la capilla del bautismo. Los muros interiores aparecen enfoscados y encalados en su totalidad.

Nave central y capilla mayor al fondo. Iglesia de Villarrodrigo
(foto: archivo propio)

Vista de la nave central hacia los pies y el coro al fondo
(foto: archivo propio)

Capilla del Bautismo en los pies del templo.
Pila bautismal procedente de la desaparecida Iglesia de San Andrés de Bayonas.
(foto: archivo propio) 

En cuanto al exterior, de piedra vista, presenta mampostería en el cuerpo longitudinal de la iglesia (más antiguo -último tercio del siglo XV-), lo que revelan también unos vanos ligeramente apuntados y abocinados de estilo gótico repartidos por el mismo. La sillería regular aparece en el campanario y la capilla mayor -destacada ésta volumétricamente y cubierta con tejado a cuatro aguas-. Y es que la morfología exterior del templo traduce fielmente la distribución interior, pues también desde fuera se aprecia la distinta altura de las naves.
La portada es moderna y sencilla, y de nulo valor. 
El elemento más interesante lo constituye el soberbio campanario, situado a los pies del templo, buena obra de cantería regular, al que se accede por una no menos interesante escalera de caracol en piedra. Ya se menciona en la visita de la Orden de Santiago de 1495, y se remataría en la centuria siguiente por los canteros Juan e Íñigo de Mojica, hermanos, en el año 1553. De un solo cuerpo sobre basamento, en la zona superior se abren cuatro vanos con arcos de medio punto para campanas, a cada lado. La cornisa previa al remate de la torre se adorna con gárgolas en los ángulos. Finalmente, se corona con una sencilla crestería y jarrones en las esquinas.

Torre campanario de la Iglesia de Villarrodrigo
(foto: archivo propio)

Detalle de la parte superior de la torre campanario
(foto: archivo propio)

PATRIMONIO MUEBLE DE LA PARROQUIA

El bien mueble más importante de la iglesia es el magnífico retablo mayor, obra barroca de 1636 inspirada en los modelos italianizantes del arquitecto y tratadista Vignola. En él destacan el uso colosal de los órdenes clásicos y la riqueza y complejidad de las iconografías escultóricas y pictóricas que alberga. 
En la Capilla de la Virgen de Albanchez destacan por su antigüedad algunas tallas en madera policromada como la de la propia Patrona, un Cristo resucitado y una imagen de la Virgen con el Niño en brazos. Por sus rasgos estilísticos podríamos situarlas cronológicamente entre finales del siglo XVI y la centuria siguiente.
Tanto el retablo como estas imágenes necesitan de urgentes intervenciones para su restauración y conservación.
Otra pieza interesante es la pila bautismal en piedra (probablemente del siglo XVI) que fue trasladada en 1689 desde la Iglesia Parroquial de San Andrés de Bayonas a la Iglesia de Villarrodrigo, lo cual constataba ya por aquel entonces el proceso de despoblación de aquél lugar, hoy totalmente desaparecido.

Capilla Mayor cubierta con cúpula sobre pechinas y retablo barroco
(foto: archivo propio)


Imagen de bulto redondo de la Virgen con el Niño en brazos
situada en la Capilla de la Virgen de Albanchez
(foto: archivo propio)


Bibliografía:

- De Ulierte Vázquez, María Luz. La Ciudad Moderna: la Sierra de Segura en el siglo XVI. Anales de la Sierra de Segura.
- Visitas de la Orden de Santiago. Sección de Órdenes Militares. Archivo Histórico Nacional. Madrid.
- VVAA. Jaén. Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.

Enlace:

http://villarrodrigo-jaen.blogspot.com.es/ (Blog sobre la Historia de Villarrodrigo de Antonio Domingo Moreno).




Pantanos de Jaén. El Embalse de DAÑADOR


EMBALSE DE DAÑADOR


Presa del Embalse de Dañador
(foto: archivo propio)

Localización: NE de la Provincia de Jaén
Comarca: El Condado
Municipio: Montizón (formado por los núcleos de Montizón, Aldeahermosa y Venta de los Santos).
Río: Dañador
Capacidad: 4,3 Hm3
Superficie: 68 Has.
Altitud: 713 m.
Altura de la presa: 26,90 m.
Fecha de construcción: 1965


Mapa de localización del Embalse de Dañador

¿CÓMO LLEGAR?

El embalse de Dañador se encuentra en el NE de la Provincia de Jaén, incluido en toda su extensión en el término municipal de Montizón. Se accede a él por la carretera que atraviesa la comarca de El Condado (A-312), existiendo dos opciones: desde Castellar por la A-6203 después de pasar los núcleos de Aldeahermosa, Montizón y Venta de los Santos; o bien a través de la JA-9101 por Chiclana de Segura, que enlaza con la A-6203 en Venta de los Santos. Desde este último núcleo se sigue la A-6203 durante 4 km. hasta el punto kilométrico 43, donde sale a la izquierda una estrecha carretera que, transcurridos 4,5 km., nos conduce hasta el embalse. Desde la vecina provincia de Ciudad Real habría que coger la CM-3129 desde Villamanrique, que en el límite provincial se convierte en la ya mencionada A-6203.

EL ENTORNO

El embalse de Dañador, de titularidad estatal y gestionado por el Ministerio de Medio Ambiente, pertenece a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, y se enclava en el extremo oriental de Sierra Morena. Aquí el relieve es bajo, con suaves formaciones alomadas, no llegándose en ningún punto del área geográfica circundante a los 1.000 m. de altitud. Toda esta zona del Nordeste del municipio de Montizón se asienta sobre materiales muy antiguos, concretamente pizarras y cuarcitas del Paleozoico de la Meseta, pues ésta es zona de contacto con la misma.
La pluviosidad media supera los 600 litros por metro cuadrado al año.
El embalse se nutre fundamentalmente de las aguas del río Dañador, de escasa longitud (53 km.), que nace en la Provincia de Ciudad Real y desemboca ya en la Provincia de Jaén en el río Guadalén, afluente a su vez del Guadalimar y este último del Guadalquivir.
Desde 1997, esta zona se encuentra bajo protección medioambiental de la Unión Europea denominada LIC (Lugar de Interés Comunitario) por las características de su ecosistema y la biodiversidad de la fauna y flora silvestres. Concretamente esta figura de protección se extiende  por un área de más de 1.700 km. cuadrados en el norte de la Provincia de Jaén por las cuencas de los ríos Guadalén, Guadalmena y Rumblar. Desde el punto de vista natural, la importacina de estos espacios radica en la presencia de formaciones vegetales típicas del monte mediterráneo, algunas de ellas en buen estado de conservación, así como la existencia de especies faunísticas de especial interés por su escasez. Entre las primeras cabe destacar la tradicional encina, a la que acompañan otros ejemplares del género Quercus, como el alcornoque, el quejigo y reductos puntuales de roble melojo, especies que dan cobijo a un sotobosque de matorral noble mediterráneo (madroño, brezo, lentisco, cornicabra, agracejo, labiérnago, coscoja, etc.). También tienen gran importancia en la zona las masas de Pinus pinea y Pinus pinaster procedentes de repoblación, así como las formaciones de bosques en galería en los cursos de agua. En lo relativo a la fauna cabe destacar la existencia de diversas especies cinegéticas (ciervos, jabalíes, gamos, conejos, etc.), así como la presencia aislada de algunos ejemplares de mamíferos protegidos como el lobo, el lince o el meloncillo; de aves relacionadas con el medio acuático, y de aves rapaces de espeical interés tales como águila imperial, águila real, buitre leonado o búho real

Paisaje del entorno del embalse de Dañador
(foto: archivo propio)

Buitre leonado sobrevolando los cielos de Sierra Morena
(foto: archivo propio)

EL EMBALSE

Las obras de este embalse finalizaron en el año 1965, comenzando a dar servicio en 1968. Su construcción no fue traumática, pues no afectó a vivienda alguna, por lo que tampoco hubo que desplazar a población. El objetivo era cubrir las necesidades de abastecimiento de agua a la comarca de El Condado, en el Norte de la Provincia de Jaén. El embalse de Dañador abastece a un total de siete municipios (Arquillos, Castellar, Chiclana de Segrua, Montizón, Navas de San Juan, Santisteban del Puerto y Sorihuela del Guadalimar) que suman una población aproximada de 20.000 habitantes.
La presa es una obra de ingeniería del tipo frontal de labio fijo. Tiene una altura sobre el cauce del río Dañador de 26,90 m. y una longitud en su parte superior de 116,35 m. Posee un alivadero con tres grandes vanos que pueden desaguar un caudal máximo de 256 m3. por segundo.
La función principal del embalse es la de abastecimiento de agua a la población, como se ha dicho, estando permitida además la práctica de la pesca deportiva 

Embalse de Dañador desde la presa
(foto: archivo propio)

Pasillo superior de la presa de Dañador
(foto: archivo propio)

RECURSOS TURÍSTICOS  


El municipio de Montizón nos ofrece naturaleza en estado puro, pues se encuentra enclavado en plena Sierra Morena. Su patrimonio natural ya comentado es un inmejorable reclamo para la práctica del senderismo o el cicloturismo. Existen algunos parajes de interés como "El Sobrante", área recreativa con piscina, y el propio entorno del embalse de Dañador, con zona de barbacoa y mesas, parque infantil y pista de fútbol. Aquí se halla la pequeña ermita de San Isidro, epicentro de la romería que se celebra el tercer domingo de Mayo con verbena incluida.
No obstante, el turismo rural está muy poco desarrollado en la zona, existiendo tan sólo dos alojamientos (un hostal y una pensión) radicados en Aldeahermosa y en Venta de los Santos.
La actividad de la caza sí está muy presente en la zona, existiendo en el municipio hasta una treintena de cotos, lo que deja buenos ingresos en temporada.
Relacionada con ella, la gastronomía "montizonera" ofrece gran variedad de la denominada "carne de monte" (ciervo y jabalí fundamentalmente), que guisada en diferentes modalidades podemos degustar en bares y restaurantes de estos pueblos. A ello hay que añadir los embutidos, los productos de huerta y su apreciado aceite de oliva.
El patrimonio histórico-artístico del municipio es limitado. Estas poblaciones se fundaron en el siglo XVIII en el marco de la repoblación de Sierra Morena llevada a cabo en el reinado de Carlos III. Destaca, por tanto, el urbanismo en damero propio de aquél momento y algunas construcciones de época colonial, especialmente la Iglesia de la Inmaculada y el antiguo pósito en Montizón y algunos ejemplos de arquitectura doméstica repartidos en los tres núcleos.


Área recreativa del embalse de Dañador con la pequeña ermita de San Isidro al fondo
(foto: archivo propio)


Plaza de Montizón e Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción, del siglo XVIII
(foto: archivo propio)


Plaza de Venta de los Santos, núcleo más cercano al embalse de Dañador (8 km.)
(foto: archivo propio)


Por los Pueblos de Jaén: HUELMA


HUELMA

Localización: Al Sur de la Provincia de Jaén
Comarca: Sierra Mágina
Población: 6.114 hab. (2014)
Extensión: 250,29 km2.
Densidad: 24,53 hab./km2.
Límites: al N. con Albanchez de Mágina, Bedmar-Garcíez, Bélmez de la Moraleda y Jódar; al E. con Cabra del Santo Cristo; al S. con Guadahortuna (Granada); al SO. con Montejícar (Granada); al O. con Noalejo y Cambil.
Altitud: 981 m.
Distancia a la capital: 50 km.
Gentilicio: huelmense - huelmeño/a
Núcleos de población: Huelma, Solera, Cabrita.

Vista aérea de Huelma
(foto: "Jaén desde el cielo")

GEOGRAFÍA. ECONOMÍA

El municipio de Huelma-Solera es el fruto de la unión de los términos municipales de estas dos poblaciones en el año 1975. Se encuentra situado al Sureste de Sierra Mágina, en el Sur de la Provincia de Jaén, lindando con la vecina Provincia de Granada.

Vista de parcial de Huelma
(foto: archivo propio)

Vista parcial de Solera
(foto: archivo propio)

Buena parte de su término es atravesado de Sur a Norte por el Río Jandulilla -afluente del Guadalquivir-, dividiéndolo en dos zonas de extensión parecida. Así, el río conforma una depresión en torno a la que se dispone el territorio del municipio. En la margen izquierda queda el gran macizo de Mágina y el núcleo de Huelma (5.786 hab.). En la margen derecha, la Sierra de Cabra y el otro núcleo histórico, Solera, mucho más pequeño y menos poblado (262 hab.). Completa la lista de núcleos de población la aldea de Cabrita con 55 hab.
El sector económico más importante lo constituye el sector agrario, siendo el olivar el cultivo de mayor importancia, seguido del cereal (cebada), mientras que son testimoniales los frutales y la huerta. Se cría ganado lanar, caprino y de cerda, fundamentalmente. Antes de entrar en crisis, el sector de la industria del mueble era de gran importancia para Huelma, habiendo dejado hoy un hueco importante en la economía del municipio. A pesar de la presencia del Parque Natural de Sierra Mágina, el turismo rural no acaba de despegar, y menos aún con la crisis de los últimos años.

Valle del Río Jandulilla y macizo de Sierra Mágina desde Solera
(foto: archivo propio)

Fachada del Ayuntamiento de Huelma
(foto: archivo propio)

En cuanto a las comunicaciones, el municipio es atravesado de sur a norte por la carretera autonómica A-401 Úbeda-Guadix, que sigue el curso del Jandulilla, conectando el municipio con el valle del Guadalquivir y con el norte de la provincia de Granada. De aquí parte la carretera autonómica A-324 que pasa por Huelma con dirección a Cambil y que enlaza con la autovía A-44 (dirección a Jaén y Granada).

HISTORIA

Uno de los hitos más importantes de la Historia de Huelma es la presencia en estas tierras de un santuario heroico de época íbera, concretamente en el cerro denominado "El Pajarillo", que se puede datar en el siglo IV a.C. Se encontraron en 1993 en dicho yacimiento una serie de fragmentos de un grupo escultórico en que aparece representado un héroe enfrentándose a una bestia, un lobo, cuya cabeza casi intacta (le falta la mandíbula inferior) constituye una de las mejores piezas de escultura ibérica encontradas hasta la fecha. Este santuario sería la puerta de entrada de un territorio controlado por un aritócrata íbero en el valle del río Jandulilla, y cuya sede central debería ubicarse en el gran oppidum de Salaria (Úbeda "la Vieja").

Cabeza de Lobo hallada en "El Pajarillo" (Huelma). Época íbera. Siglo IV a.C.
Museo Provincial de Jaén
(foto: archivo propio)

Ya en época romana, en el siglo III d.C. se vuelven a repoblar estas tierras del valle alto del Jandulilla con explotaciones agropecuarias de pequeño tamaño.
Durante la época musulmana se vivieron momentos de gran esplendor para Huelma, cuyo topónimo procede precisamente del árabe Walma, siendo a partir de la conquista de la Península Ibérica por esta civilización cuando surge el actual núcleo en torno al cerro en donde se enclava el castillo de la localidad. Esta fortificación musulmana se convertirá en una pieza clave en las luchas de frontera en la baja Edad Media entre los reinos de Castilla y Granada. Los nazaríes la poseerán (exceptuando algún breve periodo en que la plaza cayó en manos cristianas) hasta la tardía fecha de 1438, cuando es conquistada por Don Íñigo López de Mendoza, I Marqués de Santillana. El rey Juan II se la concederá en señorío, y años más tarde, en 1474, Enrique IV eleva el señorío a la categoría, primero de vizcondado y seguidamente de condado en la persona de su valido, Don Beltrán de la Cueva, I Duque de Alburquerque. De ahí que al castillo que se construye en estos momentos sobre los restos de la antigua fortaleza musulmana se le conozca a partir de ahora como "Castillo de los Duques de Alburquerque".

Castillo de los Duques de Alburquerque
(foto: archivo propio)

Tras el fin de la guerra de Granada en 1492, Huelma entra en un periodo de estabilidad política y económica durante la primera mitad del siglo XVI, gracias a la repoblación y la puesta en cultivo de nuevas tierras, lo que traerá consigo un momento de esplendor para la villa, emprendiéndose obras religiosas y civiles de envergadura como la iglesia parroquial del lugar.
A partir de finales del siglo XVI y durante la centuria siguiente se producirá un declive de la población, que no obstante será leve a pesar de la crisis y las epidemias.
La Guerra de Independencia supondrá la entrada de las tropas francesas en Huelma, que arrasarán la fortaleza.
Los municipios de Huelma y Solera se fusionaron en el año 1975.   

MONUMENTOS

La zona del casco antiguo de la población, con la Iglesia y el Castillo como principales hitos arquitectónicos, fue declarada Conjunto Histórico por Decrecto de 20 de Mayo de 1971.

Castillo de Alburquerque

Fachada Sur del Castillo de Huelma
(foto: archivo propio)
 
Se sitúa sobre una colina que domina la población. Tiene su origen en la dominación musulmana de la zona, aunque de esta época quedan pocos vestigios, que hoy por suerte están viendo la luz gracias a la intervención arqueológica que se desarrolla en los últimos años, descubriéndose algunos lienzos, torreones y la primitiva puerta de acceso al recinto, todo ello perteneciente a la muralla.
La fortaleza que contemplamos hoy es obra cristiana de finales del siglo XV. Es de planta cuadrada y está realizada en mampostería colocada a hiladas regulares, utilizándose los sillares en los vanos y ciertas zonas de los cubos que se sitúan en tres de sus esquinas. El hueco de entrada presenta arco de medio punto y en el interior encontramos un aljibe de época islámica (siglo XIV).
Perteneció al Ducado de Alburquerque hasta que su dueño, el Duque de Sesto, vendió sus posesiones en Huelma -entre las que se encontraba este castillo- con la intención de sufragar la restauración de la monarquía en la persona de Alfonso XII. Pasó por diferentes manos hasta que su titularidad revirtió en el municipio en el año 1989 por donación de su último propietario, Don Bernardo Moreno Quesada.

Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción

Fachada meridional y torre de la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Huelma
(foto: archivo propio)

Este templo está considerado como una de las joyas de la arquitectura renacentista en la Provincia de Jaén. Las obras se iniciaron en 1559 y se extendieron hasta el siglo XVII, interviniendo arquitectos de la talla de Diego de Siloé, Andrés de Vandelvira o Francisco del Castillo (padre e hijo).
El edificio presenta planta basilical dividida en tres naves. La cabecera de la iglesia, de testero plano, se cubre con bóveda de cañón con casetones. Los tres tramos de la nave del transepto muestran aún elementos góticos en las bóvedas de nervios que las cubren. En el resto de la construcción se aprecia el lenguaje clásico purista, destacando los pilares con columnas adosadas de capiteles corintios. Propia del manierismo es la rica decoración de las bóvedas vaídas, a base de óvalos con figuras y cartelas, obra de Francisco del Castillo "el Mozo".
A este mismo autor se debe la fachada meridional de la iglesia, de gran elegancia y equilibrio, basada en modelos italianizantes.
La torre, ya del siglo XVII, confiere gran personalidad al conjunto. De grandes dimensiones, tiene un cuerpo de campanas ochavado.
Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1981.


Nave central. Interior de la Iglesia de la Inmaculada
(foto: archivo propio)

Ermita de Nuestra Señora de la Fuensanta

Situada a unos 7 km. de la población por la carretera que conduce a Cambil y Jaén, en plena Sierra Mágina, el Santuario de la Fuensanta es el epicentro de la devoción de los huelmeños por ser la casa de su excelsa patrona. Las noticias más antiguas sobre esta ermita se remontan a 1560, cuando el obispo de la Diócesis se alojó en ella. A mediados del siglo XVIII se funda un eremitorio junto a la iglesia, que será disuelto en 1902.
Se trata de un edificio muy transformado a lo largo de la historia, probablemente del siglo XVII, con tres naves, cubiertas con bóvedas de cañón. Los tres tramos del transepto se cubren con bóvedas vaídas -los laterales-, y cúpula sobre pechinas en el crucero. Destaca el camarín de la Virgen, de planta octogonal, que se sitúa en la cabecera de la ermita, con comunicación directa con el presbiterio a través de un gran vano en el retablo mayor. Está decorado con pinturas al fresco de la época de posguerra (década de los 40 del siglo XX) obra de Juan Almagro. 

Aspecto exterior del Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta, situada en plena sierra
(foto: archivo propio)

Interior de la ermita de Nuestra Señora de la Fuensanta
(foto: archivo propio)

Otros lugares de interés

La ermita de San Sebastián, edificio del siglo XVI junto a la Plaza Nueva, tiene en realidad un uso como almacén hoy en día. Adosada a uno de sus muros, la llamada Fuente del Santo, monumental construcción del siglo XIX.
La antigua Cárcel y Cabildo de Huelma se encuentra en la Plaza de la Constitución, junto a la Iglesia Parroquial. Poco queda del edificio original, salvo el paramento que da a la plaza, en donde también se adosa una antigua fuente. Hoy es sede del Centro de Interpretación de "El Pajarillo", que nos ofrece información sobre el yacimiento arqueológico donde se encontró el magnífico conjunto escultórico íbero del siglo IV a.C. y su pieza estrella, el "lobo" de Huelma (hoy en el Museo Provincial de Jaén). El centro también nos acerca al patrimonio histórico, artístico, natural y etnográfico del municipio.

Maltrecha portada de la antigua ermita de San Sebastián
(foto: archivo propio)

Fuente del Santo, adosada al muro de la antigua ermita de San Sebastián
(foto: archivo propio)

Fachada lateral de la antigua Cárcel y fuente adosada a su muro
(foto: archivo propio)

FIESTAS, COSTUMBRES, GASTRONOMÍA

Huelma celebra sus fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de la Fuensanta el primer fin de semana de Mayo, cuando la Virgen es bajada al pueblo en procesión acompañada de carrozas engalanadas.
En el tercer fin de semana de Agosto se celebra la feria de la localidad, llamada de San Agustín. Hay que destacar dos importantes eventos que tienen lugar durante estos días. Por un lado, "Expohuelma", que desde su primera edición en 1984 se ha consolidado como una de las grandes muestras a nivel regional de maquinaria agrícola y expositores relacionados con el sector agrícola, ganadero y artesanal. Por otra parte, se celebra en Huelma el certamen "Serranilla de Mágina", donde se elige a la más guapa de entre todas las reinas de fiestas de los pueblos de la comarca.
El primer fin de semana de Septiembre tiene lugar en el Santuario la romería de Nuestra Señora de la Fuensanta, que se celebra desde el siglo XVI y tiene un carácter multitudinario.
Otro hito en el calendario festivo huelmense es el Carnaval, en el que a los concursos de disfraces y chirigotas se une la degustación del "relleno", típico embutido que da nombre a la jornada (domingo) en que los vecinos lo comen: "la rellená".
Huelma manifiesta su fe popular a través de los desfiles procesionales de su Semana Santa, de referencia en la comarca, y con un total de seis cofradías que realizan estación de penitencia por las calles del pueblo.

Nuestra Señora de la Fuensanta, patrona de Huelma
(foto: archivo propio)

Nuestro Padre Jesús Cautivo de las Penas, talla del escultor cordobés Francisco Romero Zafra, que procesiona el Jueves Santo por las calles de Huelma
(foto: archivo propio)

La gastronomía de Huelma es suculenta y variada. Destacan los platos contundentes, como los "andrajos", "migas" de harina y de pan y la "sobreusa". Es típico el "bacalao encebollao" en Semana Santa. En el campo de la repostería existe una gran variedad de dulces: "roscos", "flores", "borrachuelos", "perrunas", "polvorones", "mantecaos", "huevos moles", "papajotes", "carne de membrillo", "gachas", y el típico "hornazo" el Domingo de Resurrección.

Mascarón en uno de los ventanales de la Iglesia Parroquial
(foto: archivo propio)

Plaza de España de Huelma
(foto: archivo propio)

Plaza Nueva
(foto: archivo propio)



Torre de la Iglesia parroquial y Castillo al fondo
(foto: archivo propio)

Bibliografía:

- VVAA. Jaén, Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.

Enlace:

www.aytohuelma.es (web del Ayuntamiento de Huelma)